Marcia Facundo
BBC Mundo, Los Ángeles
El debate sobre el estatus de Puerto Rico se toma vigor de nuevo tras el avance en el Congreso de Estados Unidos de un proyecto de ley que busca revisar la relación política entre la isla caribeña y EE.UU.
La legislación, que ya fue aprobada en la Cámara de Representantes y comenzó esta semana su recorrido por comités del Senado, establece un proceso de autodeterminación para el pueblo puertorriqueño.
La propuesta ha polarizado una vez más a los que desean que Puerto Rico se convierta en el 51 estado de EE.UU. y aquellos que preferirían que sea un país independiente.
Los críticos insisten en que la ley abre las puertas de la estadidad mientras que sus impulsores aseguran que ese es el mejor camino que le espera a la isla.
"Estamos integrados a un sistema federal en el que no tenemos representación", dijo a BBC Mundo Eduardo Soto, estudiante universitario en Washington DC, y director ejecutivo de la agrupación Estudiantes Puertorriqueños por la Estadidad, que reúne a jóvenes en EE.UU. y Puerto Rico.
Soto agregó que la estadidad "es lo mejor para Puerto Rico porque la ciudadanía estadounidense es algo intrínseco y el puertorriqueño no quiere renunciar a ese derecho y creo que está listo para asumir sus responsabilidades".
Consultas y plebiscitos
"Tal vez estos cuatro millones de ciudadanos estadounidenses no quieren convertirse en un estado porque aman su idioma, porque aman su cultura, porque aman sus idiosincrasias, porque les gusta aplaudir su propio equipo olímpico (…) y porque muchas Miss Universo vienen de Puerto Rico."
Eduardo Soto, estudiante.
El proyecto, presentado por Pedro Pierluisi, Comisionado Residente de Puerto Rico en Washington, establece una consulta a los puertorriqueños sobre si desean o no mantener la actual condición política de estado libre asociado de EE.UU.
Si la mayoría dice que no, se pasaría a un segundo plebiscito en el que se le preguntaría a los boricuas si Puerto Rico debería ser un Estado, un Estado libre asociado, una nación soberana asociada con EE.UU. o totalmente independiente.
De aprobarse en el Senado, esta sería la cuarta vez que los puertorriqueños son consultados sobre el estatus de la isla, quienes ya votaron en contra de la estadidad y la independencia en 1967, 1993 y 1998.
Pero los resultados de los referendos no serían obligatorios, ya que la definición del estatus de Puerto Rico es realmente una decisión del Congreso estadounidense.
En 1952 la isla fue declarada estado libre asociado lo que significa que los puertorriqueños no tienen derecho al voto ni a la representación en el Congreso en Washington.
Rupturas
En la Cámara de Representantes, la legislación causó una ruptura entre viejos aliados cuando legisladores hispanos como José Serrano apoyaron la medida, enfrentándose a sus colegas Nydia Velázquez y José Gutiérrez.
Mientras que Serrano consideró que la ley es un paso vital para poner fin a la dominación colonial, Velázquez la calificó de "vergonzosa" y "atroz".
Por su parte Gutiérrez, quien es hijo de puertorriqueños, expresó que podría apoyar la estadidad si aún así Puerto Rico puede mantener un equipo olímpico, preservar el español como el idioma oficial y retener otros aspectos de su identidad cultural.
"Tal vez estos cuatro millones de ciudadanos estadounidenses no quieren convertirse en un Estado porque aman su idioma, porque aman su cultura, porque aman sus idiosincrasias, porque les gusta aplaudir su propio equipo olímpico (…) y porque muchas Miss Universo vienen de Puerto Rico", dijo el representante de Chicago ante el pleno de la Cámara Baja.
Oración
"Queremos un proyecto desconolizante, y que Estados Unidos se comprometa a negociar juntos una salida a la relación que existe entre Puerto Rico y EE.UU." - Juan Rodríguez, delegado del Partido Independentista de Puerto Rico.
Durante una audiencia celebrada esta semana en el comité de Energía y Recursos del Senado, el propulsor de la medida, Pedro Pierluisi instó a los senadores a aprobar la ley porque sería el primer paso "lógico" y "justo" del proceso para lidiar con el estatus de Puerto Rico.
"Es hora de escuchar al pueblo de Puerto Rico", dijo Pierluisi a los senadores. "Esta es mi oración al Senado. Mi pueblo ya ha sido lo suficientemente paciente", sentenció.
Pero Juan Rodríguez, delegado en EE.UU. del Partido Independentista de Puerto Rico (PIP) piensa que el Senado no escuchará la oración de Pierluisi.
"Históricamente, desde que se ha estado presentando este tipo de legislación donde para y muere (la ley) es en el Senado", comentó Rodríguez a BBC Mundo.
El PIP, agrupación que busca la independencia de Puerto Rico se opone a la legislación.
"Queremos un proyecto que acabe con el colonialismo, y que Estados Unidos se comprometa a negociar juntos una salida a la relación que existe entre Puerto Rico y EE.UU.", agregó Rodríguez.