Singapur, la pequeña isla gigante
ÁNGEL CO L L A D O SC H WA RZ FUNDACIÓN VOZ DEL C E N T RO | | Singapur es una isla en Asia, veinte veces más pequeña que Puerto Rico, con una población un quince por ciento mayor que la nuestra (4.6 millones en Singapur vs. 3.9 millones en Puerto Rico). Su producto doméstico bruto (GDP) es de $222,700 millones y el nuestro es de $77,400 millones (CIA World Factbook). Hace poco más de veinte años, Teodoro Moscoso y un par de empresarios prominentes invitaron a un grupo de ciudadanos a escuchar a Lester Thurow, prestigioso economista y ex decano del Sloan School of Management del Massachussets Institute of Techonology (MIT), a una charla que éste ofrecería en el Bankers Club. En la conferencia, el profesor Thurow lanzó la idea de que Puerto Rico debería estudiar el modelo de Singapur. Semanas después me encontraba en un viaje a Singapur y aproveché para reunirme con la directora del Departamento de Economía de la Universidad de Singapur con el objetivo de indagar sobre su modelo económico. Para mi sorpresa, la economista me informó que ellos habían utilizado como modelo a Puerto Rico. ¿Qué sucedió con nuestro modelo económico y cuándo nos desviamos? En la década del setenta, nos embarcamos con un rumbo a corto plazo y autodestructivo cuando descubrimos los cupones de alimentos como solución para resolver las deficiencias de nuestro modelo económico. El PPD y el PNP comenzaron una competencia para buscar aumentos en las transferencias federales. Contrataron a cabilderos efectivos y recaudaron fondos para las campañas políticas de congresistas dispuestos a propulsar los aumentos en las t ra n s f e re n c i a s. Siendo Puerto Rico un territorio, no le corresponden las asignaciones federales, automáticas para todos los estados.
El Congreso tiene poderes plenarios sobre los territorios, por lo cual tiene la prerrogativa de asignarles arbitrariamente los fondos que desee. (La persona con dudas de cómo se asignan los fondos discrecionales en el Congreso debe ver la película, basada en una historia real, "Charlie Wilson's War"). Mientras Singapur desarrollaba su economía, exploraba la biotecnología e invertía en educación, salud e infraestructura, las campañas políticas de los partidos políticos en Puerto Rico medían elogiosamente sus logros por la efectividad de sus políticos en conseguir aumentos en las transferencias federales. Cuatro décadas después tenemos los resultados (2007): el ingreso per cápita de Singapur es de $48,900 mientras que el de Puerto Rico es de $19,600, y la tasa de crecimiento de Singapur es de 7.5% mientras que la de Puerto Rico es de -1.2%. El desempleo oficial de Singapur es de 1.7% mientras que el de Puerto Rico es de 12% (2002). Pero la dependencia de las transfe- rencias federales apenas constituye una parte de la ecuación del problema. El otro aspecto es el status político.
Singapur se reinventó como parte del proceso de terminar su status colonial o territorial. Logró su soberanía enmarcada en una estrecha relación con su antigua metrópoli, el Reino Unido. Mantiene una relación fructífera con el Reino Unido a través del "Common we a l t h " británico. Pero Singapur no limitó su desarrollo a esta relación conveniente, sino que estableció lazos productivos con Estados Unidos y, en el siglo XXI, con China. El éxito económico de Singapur no ha sido su única prioridad. Mantiene un nivel educativo alto, provee un servicio universal de salud y su seguridad y orden son ejemplares en el mundo. Si bien es cierto que su gobierno ha sido, en ocasiones, excesivo con su "mano dura ", no ha sido ésta la razón de su éxito, pues el mundo está lleno de gobiernos con "mano dura" que no han podido alcanzar el éxito económico ni la alta calidad de vida de Singapur. Aunque Singapur tiene terreno limitado para expansiones, mediante un plan maestro de uso de terrenos, ha logrado mantener una saludable industria de la construcción con edificios modernos, pero con una alta prioridad a la conservación de la naturaleza. Mientras sus problemas de viviendas han sido superados mediante la construcción de estructuras verticales, sus jardines botánicos son modelos para la Hu m a n i d a d . Singapur escuchó los mensajes de su metrópoli sobre la imposibilidad de la anexión y se reinventó como un exitoso país soberano.
Puerto Rico ha hecho oídos sordos ante los mensajes de rechazo recibidos durante cien años, un informe humillante de la Casa Blanca y la edificación de una muralla para evitar la entrada de hispanos y continúa en estado de negación sobre la imposibilidad de anexarse mientras su modelo económico se derrumba y su dependencia va en aumento. |