Candidato a Gobernador por el PIP
29 de mayo de 2008
La colonia colapsó como modelo político y económico. El año pasado Puerto Rico fue el único país en recesión en todo el Caribe y América Latina, situación que hemos arrastrado durante más de treinta meses consecutivos. Desde el punto de vista humano, esta realidad aplastante se ha traducido en un deterioro creciente en la calidad de vida de cientos de miles de familias puertorriqueñas. La pérdida de más de una tercera parte de los empleos manufactureros en los últimos diez años, la emigración de más de 80,000 compatriotas entre 2006 y 2008, la quiebra de cientos de empresas en prácticamente todos los sectores productivos, el empobrecimiento de una proporción cada vez mayor de nuestra población, entre otros indicadores, dramatizan la profunda crisis por la que atraviesa el País.
Mientras en la abrumadora mayoría de los países del mundo la norma es la puesta en marcha de procesos de expansión económica, de mejoramiento en las condiciones materiales de vida de su gente y de interdependencia en su sentido más amplio, Puerto Rico se ha quedado estancado. La situación colonial nos niega a los puertorriqueños la posibilidad de insertarnos digna y exitosamente en el mundo.
La única manera mediante la cual podemos reorientar nuestro destino político y socioeconómico es iniciando el proceso de descolonización que nos conduzca a la obtención de nuestra independencia nacional.
Ése ha sido el camino de casi 200 naciones del orbe y será la ruta que seguirá Puerto Rico para asegurar el fortalecimiento de su identidad nacional, para crear el marco institucional que nos permita comerciar libremente y para garantizar un futuro verdaderamente democrático para nuestro p u e b l o.
La independencia es la opción radical que tenemos a nuestro alcance para el establecimiento de vínculos de solidaridad y cooperación con otros países.
Para iniciar el camino hacia nuestra integración exitosa al resto del mundo es necesario expresar nuestra voluntad política de forma contundente. Un voto íntegro por mi candidatura es el mensaje electoral más sólido que le podemos enviar a los que mandan en la colonia sobre la voluntad de un pueblo en lucha que sabe que, por definición, no existen amos b u e n o s.
Las propuestas del Partido Independentista Puertorriqueño para afrontar la grave crisis por la que atraviesa el País serán radicales y estarán íntimamente vinculadas a la solución del status colonial mediante la opción radical que es la independencia. Hago un llamado a los independentistas a votar íntegro por el partido de la independencia, que encarna los valores de don Pedro Albizu Campos y don Gilberto Concepción de Gracia. Les pido el voto a todos y cada uno de mis compatriotas independentistas, quienes sean y donde se e n c u e n t re n .
A todos los puertorriqueños y puertorriqueñas, sepan que un voto por mi candidatura es también un voto para eliminar el IVU y para que paguen contribuciones los que pagan muy poco: las corporaciones foráneas. Es un voto a favor del derecho a la huelga de los empleados públicos. Es también un voto a favor de un enfoque salubrista para enfrentar el problema de la adicción a drogas. Es igualmente un voto a favor de acabar con el inversionismo político, es decir, prohibir las contribuciones privadas a las campañas políticas.
Un voto íntegro por el PIP es un mandato para rescatar nuestra agricultura y evitar un problema de seguridad alimentaria en el futuro cercano. Es un voto para la protección absoluta de nuestros recursos naturales, de nuestro medio ambiente y para el apoderamiento de nuestras comunidades rurales y urbanas.
Sobre el asunto urgente de la solución al centenario problema del status colonial, en caso de obtener el favor del pueblo, convocaré a la Asamblea Constitucional Albizuísta para proclamar la República.
De no ser así, nuestros legisladores impulsarán una verdadera Asamblea Constitucional de Status entre alternativas reconocidas por el derecho internacional y que excluyan el actual status colonial.
