El ciclo del colonialismo psicológico
NELLIE ZA M B RA N A PSICÓLOGA Y CAT E D R Á T I CA DE EDUCACIÓN DE LA UPR | | Por 515 años hemos padecido una sistemática represión psicológica que ha fomentado miedo e impotencia hacia el desarrollo económico y político: lo llamo colonialismo psicológico. Derrumbar la muralla de mentiras sobre la independencia equivale a apoderarnos de nuestra autodeterminación como pueblo. La relación colonial y desigual con Estados Unidos no provee un modelo económico viable para Puerto Rico. Estados Unidos no defiende el ELA en el plano internacional y sus políticos que buscan votos dicen que respetarían lo que el pueblo de Puerto Rico decida. Eso es como decirle a una mujer que lleva 15 años soportando la violencia doméstica, que el gobierno respeta su "decisión" de seguir siendo malt ra t a d a . El ciclo de maltrato físico y psicológico ha de romperse no sólo con una pedagogía esperanzadora, sino también con una que nos permita indignarnos y reinventar nuestra agenda de vida. Los pueblos colonizados, igual que las personas maltratadas, tienen que hacer rupturas de engañosos discursos de afecto o de falsas lecciones de historia, para dar paso a un proceso que es legítimo y natural como es la independencia y la libertad. La independencia con un gobierno socialdemócrata es la esperanza para enfrentar el presente y el futuro con dignidad y muchas más posibilidades de desarrollo económico y social.
Datos del Banco Mundial hablan de las ventajas de la independencia para naciones pequeñas, al indicar que el producto nacional bruto per cápita de los 10 estados nacionales más pequeños supera el de los 10 estados nacionales más grandes. No hay que ser grande físicamente para vencer la subyugación: hay que tener grandes aspiraciones y una ruta que seguir. Se ha cuestionado la viabilidad de la independencia para Puerto Rico poniendo de ejemplos a Haití y a República Dominicana, pero nuestra estructura socioeconómica se parece más a Costa Rica y otras naciones pequeñas que nos han rebasado en los indicadores de desarrollo económico y de desarrollo humano. Hoy, nuestra economía se mantiene artificialmente mediante cuantiosas transferencias federales, que laceran la autogestión impostergable. El colonialismo por definición es antidemocrático, así como lo es el sometimiento y falta de apoderamiento que violenta las relaciones humanas entre parejas. Ese déficit de democracia se combate al romper con el ciclo del colonialismo p s i c o l ó g i c o. Urge entender la soberanía plena para diseñar el modelo económico y social que nos permita la interdependencia respetuosa con Estados Unidos y el mundo. Descolonicemos pues nuestra conciencia y nuestras aspiraciones como nación.
|