Discurso de la Vicepresidenta del PIP, María de Lourdes Santiago, en el 143 Aniversario del Grito de Lares
Compañeros y compañeras: nuevamente nos reunimos en el altar de la patria, convocados por la memoria de los héroes del 1868, y por la de los muchos que nos han precedido en la lucha por tener un Puerto Rico en el que mandemos los puertorriqueños. Los que estamos aquí, somos, en la inmensa mayoría, si no todos, independentistas convencidos. No hay que predicar en esta tribuna, entonces, cuáles son las muchas virtudes de la independencia. En otros escenarios, claro que sí, hay que recordar a los que aún no han visto la luz, que muchos de los males que hoy nos atormentan, están indisolublemente ligados a nuestra vergonzosa situación colonial: la pobreza, la dependencia, el desarraigo. Hace unas semanas, un periódico publicó un artículo explicando que hasta la fea costumbre de dejar basura en las playas tiene una vinculación con la situación política. Pero los que estamos aquí, hayamos leído o no sobre la necesidad de la interdependencia, de los tratados bilaterales y su efecto en la economía, de los niveles de producción y crecimiento del resto de América Latina frente a la recesión y contracción económica de Puerto Rico, sabemos o intuimos que, igual que el destino de cada estrella es brillar, el nuestro tiene que ser mandarnos a nosotros mismos. La pregunta que tenemos que hacernos, hoy 23 de septiembre de 2011 es ¿qué hacemos con ese conocimiento, a dónde llevamos esa intuición? Es la misma pregunta que se han hecho generaciones de independentistas-la misma interrogante en distintas condiciones. En el 1868, se lo preguntaron los patriotas que hoy recordamos, cada uno en su lugar: Betances, padre de todos nosotros, se lo preguntaba en París, y respondió organizando la rebelión desde el exilio, haciendo de todo, desde la gran conspiración, hasta el esfuerzo material de la recolección de fondos. A Ruiz Belvis, le tocó dejar la vida lejos de la patria, buscando apoyo y dinero. Aquí, en la montaña, el llamado era otro: a unos les tocó—como a Manolo, el fusil; a Mariana, la aguja. Una tarea para cada uno en cada momento. Luego, otro fue el llamado de Albizu, el de de Diego, el de Lolita, el de don Gilberto, y el los muchos, los miles, que han hecho los suyo en la sombra: el compañero Denis Márquez me contaba en estos días que había ido a ver a Bibí, en la parcelas Miñi Miñi, en Loíza: ese es otro llamado, y nada fácil, el heroísmo de ser independentista, sin rajarse, sin echar para atrás ni con el pensamiento, en medio de la dependencia, con todo el mundo en contra ¿ Y nosotros hoy, septiembre de 2011, qué? ¿Cuál es nuestro llamado?
Alguien me escribió a mi correo de facebook en estos días, preguntándome porque no iniciábamos, desde el PIP, un levantamiento igual que el de Lares. A mí me parece que la respuesta es otra pregunta: hoy, ¿quién es el enemigo? ¿contra qué combatimos los independentistas del siglo XXI? Y yo creo, viendo cómo están las cosas en el país, que este enemigo es el peor, porque es un enemigo invisible, omnipresente y poderoso: es la desesperanza y el temor—ese sentido terrible de que nada hay ya por hacer y sólo nos espera ver al país seguir cuesta abajo. Es el enemigo que se alimenta a sí mismo; nace de las malas decisiones que las mayorías han tomado, de la idea de que nos las arreglaremos dando poder al que hoy parezca menos malo, de la debilidad, del conformismo y así, genera desilusión, cansancio, hastío. Porque cuando el adversario está ahí, en algo se hace más fácil la lucha: la tarea está escrita en la pared. ¿Cuántos aquí no fuimos presos por Vieques? Es que después que hubiera la voluntad—que ciertamente, no es poca cosa—lo demás llegaba—sabíamos que había que llegar a Fajardo, coger la lancha, entrar a la zona prohibida, esperar a que te arrestaran y en el caso de nosotros, decirle al popular o al penepé que nos estaba juzgando que no reconocíamos la jurisdicción de ese tribunal. Unos hicimos un sacrificio más modesto, a Rubén le tocó lo más: un año en la playa y par de meses en el Centro de Detención de Guaynabo. Pero todos sabíamos a lo que íbamos. Y era sencillo, dentro de las circunstancias, acreditar lo que cada cual había hecho: tantos días en el campamento, tantos piquetes, tantos días en la cárcel. Y triunfamos y llevamos al pueblo de Puerto Rico a hacer algo grande y heroico de lo que no se sabía capaz. Pero hoy, el llamado es otro, porque el ataque a ese enemigo formidable que es la desesperanza no lo podemos hacer todos a la vez desde la misma playa: esa lucha la libramos en cada casa, en cada pueblo, en cada centro de trabajo, en cada organización. Ahora, como dice el refrán, Dios aprieta, pero no ahoga, y con cada tarea llegan también las herramientas. ¿A cuántos de los que están aquí no les ha dicho alguien, cada vez que sale un nuevo escándalo en la legislatura, "ay, que falta hacen los del PIP"? ¿A cuántos de ustedes no se les ha acercado alguien preguntando, de forma genuina, con ganas de saber, "a quién va a poner al PIP para la gobernación", "cómo van a hacer para volver al Capitolio"? Esa es la gente que busca esperanza donde saben que la van a encontrar: en el Partido Independentista Puertorriqueño. Y eso es lo que nos toca hacer, hoy, septiembre de 2011: hacer buena, real, esa esperanza
Para eso, tenemos dos grandes oportunidades el año entrante. En primer lugar, con toda probabilidad se celebrará la consulta que por mucho, mucho tiempo, nuestro Partido ha estado proponiendo: vamos a votar para decirle a los americanos que aquí la inmensa mayoría de los puertorriqueños repudia el status colonial y los independentistas, en la segunda pregunta de esa papeleta, vamos a decir que después de mas de un siglo de persecución, aquí quedan hombres y mujeres que anhelan ver a su país libre. Ya ustedes han escuchado, por ahí, por la radio, en el periódico, en la calle, a los quejosos de siempre: que si con una votación no se resuelve nada, que si los estadistas van a ganar, que si no nos vamos a exponer a una derrota. A esos pregoneros de la desilusión y el desánimo, hay que decirles dos cosas: primero-el que tenga una mejor idea que explique porque no lo ha puesto en marcha y nos ha hecho independientes y segundo, al que tenga miedo a lo que pase en una votación, que se compre un perro bien grande y bien bravo, que los que no hemos temblado frente a la Marina, en el tribunal federal o en la cárcel, no nos vamos a asustar por una papeleta. Nada más faltaba, que llegando la posibilidad de hacer realidad, nuestra idea, la misma que en el 2005 los colonialistas sabotearon, le demos la espalda.
VEA EL VIDEO DE LOS ATOS CONMEMORATIVOS DEL GRITO DE LARES
http://www.ustream.tv/channel/radio-pip
La segunda oportunidad es la de las elecciones. Nunca, nunca, el descontento de la gente había sido tan claro y tan manifiesto. Y nunca había estado tan claro el contraste entre nuestro partido y los otros dos. ¡Que vergüenza lo que nos toca ver en la Asamblea Legislativa! Demasiado grotesco el catálogo de males para enumerarlos en la tribuna de Lares. Muchos y terribles son los pecados que han llevado a la renuncia de los legisladores señalados en este cuatrienio. ¡Qué muchas veces he recordado yo en estos años la frase de Rubén, entre los votos y el respeto, escogemos siempre el respeto! Dios castiga sin fuete y sin vara, y los que tanto daño nos qusieron hacer, hoy están en la cárcel o camino a ella, desprestigiados o escondidos, mientras nosotros estamos celebrando la lucha por la libertad en Lares. Pero la verdad es que aún antes que se destaparan las faltas más truculentas de esos legisladores, ninguno merecía estar en el lugar que ocupaba: desde el primer día eran culpables de la mediocridad, la incompetencia y el entreguismo que también tiñe a muchos otros funcionarios electos. Porque el problema mayor, el de todos, es que les faltan faldas y pantalones para hacer lo que tienen que hacer. ¿De qué sirve el lloriqueo de los populares por las comunidades "especiales" si les faltaron faldas y pantalones para detener las expropiaciones promovidas por el PPD en San Mateo de los Cangrejos para quitarle a la gente pobre las tierras mejor localizadas de San Juan? Ni uno de ellos dio cara. ¿Y qué pasa con el discurso hipermoralista del PNP cuándo, so color de compañerismo, cierran filas detrás de sus corruptos?
Y hay que recordarles a los que están aquí que el que crea que el remedio es votar en el 2012 por el que de momento luzca menos malo, sólo estará apuntándose para otra vuelta en la noria que siempre termina en desengaño: acabará preguntándose otra vez si los de antes eran tan malos como los pintaban.
Pero sola no se recoge la cosecha. Hay que trabajar y trabajar. Durante estos meses, hemos estado en dos rondas de visitas a los comités, y hay algo, de esas cosas que uno puede medir o definir, que yo estoy convencida de que apunta a muchas cosas buenas para nuestro partido. Se que hoy aquí están muchos que ya se han presentado como candidatos y candidatas. Vemos gente nueva en los comités, los que se han reintegrado al trabajo, los que desde ya preguntan cómo hacer para votar por los nuestros. La gran marcha cuando vino Obama, en la asamblea de Guayama. ¡Es la esperanza que va por sus fueros, en el último reducto de fe de este país, que es donde nos agrupamos los que creemos que tenemos que mandarnos nosotros mismos! Así que la tarea empezó ya, y tenemos exactamente un mes para ver los primeros frutos: el domingo 23 de octubre vamos todos al Centro de Convenciones de Miramar, a la gran celebración con que arrancará nuestra campaña, ese nuevo impulso para nuestra lucha. Ese día hay que estar temprano allí—todos los de cada familia, todos los de cada comité. Ese 23 de octubre vamos a por lo nuestro: a iniciar el trabajo para inscribir este Partido y para recuperar los escaños legislativos que son no solo de los independentistas, sino de todos los que se saben representados allí por el PIP. Y al cínico que venga a aguarnos el entusiamo, al enemigo que venga a sembrar desánimo para hacerle el trabajo sucio a los populares y a los penepés, hay que decirle las cosas de frente y sin pena: cada cual juzga por su condición, y si tú eres un flojo y te rendiste, quédate en tu casa llorando tus penas, que a los hijos y las hijas de Gilberto Concepción de Gracia les sobra cría—aquí no se raja nadie y por peores tormentas hemos navegado. Quizás no luzca tan heroico como subir la cuesta de Lares fusil en mano, quizás no sea tan claro como ir a la cárcel por Vieques—pero esto les digo, los que hoy nos toca hacer –llenar esa asamblea, respaldar los candidatos a todos los niveles, prepararnos para ir a la consulta a darle la estocada al coloniaje, buscar votos para el partido-- es tan importante, tan imprescindible y tan patriótico, como aquellos esfuerzos. Esa es la tarea que nos toca, esa es la fórmula para sembrar esperanzas, y eso es lo que vamos a hacer, con la ilusión y la fe que solo se puede tener cuando se trabaja por la dignidad y la libertad. ¡A la lucha y a la victoria!