lunes, 30 de abril de 2012

Candidato a Comisionado Residente del PIP presenta propuestas para atender necesidades de Vieques




Partido Independentista Puertorriqueño

 

San Juan, Puerto Rico. 28 de abril de 2012. -El Lic. Juan Mercado, candidato a la Comisaría Residente en Washington del Partido Independentista Puertorriqueño (PIP), presentó varias propuestas para atender las necesidades del pueblo viequense, que todavía sufre los embates de seis décadas de ocupación militar.

 

"La Marina se fue hace casi una década, pero hay varios asuntos pendientes que se tienen que atender. No cabe duda alguna que la Marina y el gobierno estadounidense tienen una deuda eterna con los viequenses. Los remedios que se le pueden dar a este pueblo sufrido no son ni una décima parte de lo que se merecen por sufrir el calvario de seis décadas de bombardero, contaminación y salvajismo", expresó Mercado.

 

El también Profesor universitario indicó que hay varios asuntos que requieren la intervención del Comisionado Residente como legislador en el Congreso y representante de los puertorriqueños ante las agencias federales. "A esos efectos, la oficina del Comisionado Residente se debe convertir en un monitor constante del proceso de limpieza de los terrenos y las aguas en Vieques. Tenemos que estar fiscalizando y vigilando el proceso constantemente. De igual manera, el Comisionado Residente debe tener como norte establecer la responsabilidad de la Marina por los problemas de salud, sociales y económicos de la Isla y buscar remedios concretos para los mismos."

 

El Lic. Mercado indicó que si el fuera Comisionado tomaría los siguientes pasos:

 

Primero, obligar a la Marina a someter informes trimestrales sobre el estado y proceso de la limpieza de los terrenos. "A esos efectos, tendría un grupo de expertos que estaría supervisando el trabajo de limpieza. La oficina del Comisionado Residente sería un monitor constante de la limpieza de los terrenos."

 

Segundo, convertir la oficina del Comisionado Residente en un enlace de comunicación de las quejas de los viequenses sobre el proceso de limpieza y el gobierno estadounidense.

 

Tercero, exigir que el estándar de limpieza de los terrenos sea uno en que los seres humanos pueden utilizar los mismos. "Ahora mismo el estándar es uno que está limitado al de una reserva de Fish & Wildlife."

 

Cuarto, obligar a la Marina a comenzar la limpieza de las aguas. "Hasta este momento la Marina ha tenido una actitud evasiva sobre esta fase de la limpieza y la misma no ha comenzado", señaló Mercado.

 

Quinto, enmendar la Ley Spence para que una parte de las 15,000 cuerdas reservadas para el Fish & Wildlifese puedan utilizar estrictamente para desarrollo sustentable, tal como uso agrícola.

 

Sexto, que la Bahía Mosquito sea declarada una reserva natural de la UNESCO.

 

Séptimo, reforzar la vigilancia de los terrenos que administra el gobierno federal. "Aunque tienen 18, 000 cuerdas, ahora mismo hay un vigilante para todo ese terreno. Esas tierras son terreno fértil para el mercado de la droga entre el Caribe y los Estados Unidos."

 

Octavo, obligar al gobierno federal a que establezca servicios de salud en la isla - municipio, incluyendo clínicas rodantes para los barrios, campañas de prevención y orientación de enfermedades.

 

Finalmente, como noveno punto, el candidato a Comisionado Residente del PIP manifestó que es urgente establecer, junto al gobierno central, un Centro de Tratamiento de Cáncer y un Centro de Detección Temprana del Cáncer.


 

La vitrina rota
Por: Juan Mercado domingo, 29 de abril de 2012
El Vocero

 

Día tras día escuchamos a los comisarios del colonialismo y el anexionismo inflarse los pechos y decir que los intereses de los Estados Unidos en Puerto Rico han cambiado y que nos respetan como iguales. Año tras año escuchamos las disquisiciones del pacto imaginario y la posibilidad de tener un estado hablando español con las virtudes del nacionalismo. Hace décadas que unos cuantos han cogido la tarea de limpiar la cara de los estadounidenses y decir que ya no se rigen por el Destino Manifiesto.

  

Hace sesenta años los estadounidenses, ante las preguntas sobre el territorio puertorriqueño, se inventaron una fabula jurídica para que la diplomacia global no cuestionara el colonialismo bajo su bandera. A comienzos de la Guerra Fría y sólo siete años después de usar armas nucleares, la mayoría de los países en las Naciones Unidas se abstuvieron de apoyar la intentona americana. En aquellos tiempos, los estadounidenses se jactaban de la alegada "vitrina de la democracia" que tenían en el Caribe.

  

Por décadas el independentismo incesantemente denunció que Puerto Rico era una colonia. Esa denuncia llevó a miles a la cárcel - simplemente por ser independentistas - y la imposición de la ley de la mordaza en Puerto Rico. El miedo, por no decir terror, de hablar sobre la independencia y el nacionalismo imperaba. Sin embargo, los discípulos de Betances, de Diego, Albizu y don Gilberto continuaron denunciando el colonialismo estadounidense.

  

En ese esfuerzo se hicieron múltiples peregrinajes al Caribe, América del Sur y Europa, entre otros países. Los independentistas nos unimos a la lucha de los republicanos en España, los dominicanos en contra de Trujillo y los argentinos en contra de la Junta Militar. Nuestra solidaridad llegó a figuras como Lula da Silva, Lionel Jospin, Raúl Alfonsín y Simón Peres, por mencionar algunos.

  

En esos peregrinajes cada año era más evidente que la fábula jurídica estadounidense era nada menos que un cuento de hadas barato. Hasta el padre fundador de la teoría del "pactismo", José Trias Monge, en el ocaso de su vida reconoció que Puerto Rico simple y sencillamente era una colonia de los Estados Unidos.

  

Los esfuerzos de la desmitificación no fueron en vano. Hace décadas que el Comité de Descolonización de las Naciones Unidas mayoritariamente indica que el asunto colonial tiene que ser atendido por los Estados Unidos. El apoyo a esta posición ha sido tan contundente que en los últimos años el gobierno estadounidense no ha tratado de públicamente oponerse a la misma.

  

Sin embargo, documentación divulgada recientemente demuestra que los estadounidenses todavía tratan de esconder la mancha del colonialismo y amordazar a los que denuncian dicha atrocidad histórica. Específicamente salió a relucir que el embajador de los Estados Unidos en Panamá le expresó a la República de Panamá su "incomodidad" porque el Presidente Martín Torrijos abiertamente se manifestó a favor de nuestra independencia y denunció el colonialismo en el Congreso Pro Independencia de Puerto Rico celebrado en el 2006 en ese país. A esos efectos, el funcionario estadounidense indicó que se: "levantó dudas sobre qué tipo de socio sería Panamá en el Consejo de Seguridad en la ONU."

  

El gobierno estadounidense llegó hasta cuestionar la legitimad diplomática de un gobierno democráticamente electo por el mero hecho que el Presidente Torrijos dijo que Puerto Rico es una colonia.  

El Presidente Torrijos no le hizo caso alguno a las amenazas del embajador y se sostuvo en hacer la denuncia pertinente en las Naciones Unidas. Desde este rincón del mundo hay que aplaudir la valentía del Presidente Torrijos y todos los que denuncian el actual estado colonial.

  

Esta semana el PIP repudió el intento de amordazar al Presidente Torrijos y le solicitó al Departamento de Estado que entregue toda la documentación relacionada a los intentos de acallar a otros gobiernos y partidos políticos que apoyan la independencia de Puerto Rico. Espero que los candidatos del PPD y del PNP se unan a esta exigencia histórica y reclamen que el gobierno estadounidense finalmente diga la verdad sobre su intervención en los asuntos políticos puertorriqueños. Sería el primer paso que podrían dar para que Puerto Rico finalmente sea una verdadera "vitrina de la democracia" y de la libertad.