| Por: Lic. Angel Alicea
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El primero de ellos fue el dedicado al pintor y artista gráfico Domingo García, creado para la serie "Prohibido Olvidar", que se transmite en WIPR. En dicho documental el propio artista nos relata su historia de nacimiento, desarrollo e impacto en el arte puertorriqueño contemporáneo. Puertorriqueño nacido en Coamo en 1932, Domingo García emigró con sus padres de muy niño a Nueva York, sufriendo los embates del destierro y expatriación. Su "mudanza" fue la consecuencia de la persecución que sufrió su familia, en particular su padre, quien era miembro de la policía insular, quien a raíz de la Masacre de Ponce en 1937, renuncia a dicha fuerza policiaca, antes que sucumbir a la presión de inventar historias y relatos para criminalizar a los nacionalistas, víctimas de la masacre mas horrenda en la historia de Puerto Rico. Su renuncia y la negativa a cooperar con las autoridades, le ganó al padre de Domingo la expatriación de él y su familia.
Siendo su primer lienzo las aceras del barrio en Nueva York, Domingo García canalizó toda su furia de inmigrante hispano mediante el arte y la pintura, desarrollando desde temprano el amor por la pintura. Las paredes de su cuarto adornadas por pinturas de renacentistas, en lugar de muchachas en traje de baño como las de sus compañeros de clase, fue su primer museo, y de ahí despuntó hacia lo que es hoy. Estudió alrededor del mundo, hasta que llegó a Puerto Rico en la década del 60, llenando un vacío artístico, y creando una transformación generacional que le llevó a convertirse en el artista moderno más importante de Puerto Rico.
El segundo documental presentado fue sobre el asesinato, en manos de los "Niños de Sangre Azul", financiados por la derecha cubana, del líder humanitario cubano, Carlos Muñiz Varela. Este otro documental, el más impactante de ambos, recoge a través de la narrativa de familiares y amigos del presidente de la agencia "Viajes Varadero", la vida y misión del co-creador de la Brigada Antonio Maceo, y su intento de interrupción mediante el asesinato de Muñiz Varela.
Carlos, oriundo de Cuba y producto de la gran emigración cubana, se unió a otros hijos de inmigrantes cubanos, entre ellos Raúl Álzaga, quien nos honró con su presencia durante la tertulia, para crear "puentes" que unieran a los cubanos emigrantes con los residentes de la hermana República caribeña. Su norte era eliminar la visión de "gusanos" que tenía el gobierno cubano sobre los que abandonaron la isla, al unísono con la eliminación del juramento de "jamás-regresar-al-infierno-castrista" declamado por los emigrantes expatriados. La visión de este grupo era romper mitos y ver por ellos mismos lo que era Cuba a más de una década de la Revolución, eliminar la demonización del sistema cubano, y eliminar además la generalización del "stablishment" cubano que tildaba de traidores a TODOS los desertores cubanos y las generaciones futuras.
Pero la derecha recalcitrante cubana, impune ante las instituciones de justicia local y federal, tildó a la Brigada como grupo terrorista, y creo su estrategia de "contraataque", siendo el asesinato de Carlos uno de los puntos de su violenta agenda.
El documental, que mueve a la indignación de la mente mas indiferente, relata con lujo de detalles, la teoría sabida por todo el mundo pero negada por el Departamento de Justicia, FBI y Policía de Puerto Rico, de que Julio Labatud ordenó al Ex Teniente Coronel, corrupto y asesino confeso, Alejo Maldonado, a asesinar a Carlos Muñiz Varela. El documental además expone la impunidad de dichos actos, y la actitud de jactación por parte de los asesinos, sobre todo del florista cubano, quien en un programa de televisión, llamó al asesinato de Muñiz Varela como un ajusticiamiento a destiempo, "porque ese terrorista debió haber sido asesinado el día que nació."
Ambos documentales recogen la vida de dos personas cuyos compromisos patrióticos le valieron la persecución, expatriación y muerte. Son el ejemplo de que la patria es valor y sacrificio. Fueron, son y serán hijos de Don Pedro, y por tanto maestros de todos nosotros. Deseosos quedamos los que asistimos a las Tertulias en San Juan, de seguir celebrando las mismas en el 2011, para seguir creciendo como patriotas y defensores de la independencia de este canto de tierra.
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