Claridad en la Nación | |
Luis F. Abreu Elías*/Especial para Claridad | |
He oído hablar a diversos analistas de noticias, y alabar, con gran contentura, tanto al Secretario de Justicia de Puerto Rico como el informe sobre la "investigación criminal" del vil asesinato de nuestro mártir Filiberto Ojeda Ríos. Mi mayor sorpresa es, que a ese coro de elogios se hayan unido conocidos independentistas que han llegado al extremo de censurar a los líderes del Partido Independentista Puertorriqueño (PIP) por éstos haber criticado el informe. No coincido con los análisis de ese coro, ni me uno a ellos. Creo que soy igual o más severo que los líderes el PIP en mis comentarios del informe. He escuchado decir que el Secretario de Justicia concluyó que Filiberto Ojeda Ríos fue asesinado. Aparentemente no habían leído el informe cuando hicieron dicho comentario. He leído ese informe en no menos de cinco ocasiones y no encuentro, en sus 84 páginas, una sola mención de la palabra asesinato. Tampoco encuentro en dicho informe inferencia alguna de que en Plan Bonito ocurrió, lo que todos sabemos, un vil asesinato. Considero dicho informe otra cosa distinta a los que han mostrado públicamente tanta contentura. Me someto de antemano a su crítica. Expondré primero mis conclusiones sobre el informe y luego las explicaré. 1) En lo positivo del informe, es bueno que el Secretario de Justicia se haya percatado, lo que no es un secreto, que el FBI miente. Y es positivo que lo haya manifestado públicamente. Si hubiese trabajado una pasantía como defensor público estatal y/o federal, en vez de empezar como abogado en posiciones de poder, en un mes se hubiera dado cuenta de que la regla, en tribunales estatales y federales, es que casi todos los policías mienten. Así que me alegro de que se percatara de que los policías federales mienten, y que se atreva a decirlo por escrito, aunque no sé por qué le costó tanto tiempo darse cuenta. 2) Este informe es la mejor defensa que abogado alguno pueda hacer de los agentes del FBI o fiscales federales, para dejar impune lo que obviamente es un asesinato. Si los agentes hubiesen sido procesados, cosa que no es posible porque Puerto Rico es una colonia sin poder alguno, y este informe fuera el informe al jurado en defensa del FBI, el mismo sería insuperable. Este mismo informe, que reconoce que el FBI miente, les reconoce al FBI y a fiscalía federal "la importantísima función de proteger a nuestros ciudadanos". De qué nos alegramos, si esta conclusión anula el valor, si alguno, de aceptar que el FBI miente. ¿Cómo es que el FBI, para justificar la muerte de Filiberto Ojeda Ríos, miente, y a la vez le reconoce esa "importantísima función de proteger a nuestros ciudadanos"? 3) Este informe retrata al gobierno de Puerto Rico, al Gobernador, y a su Secretario de Justicia mejor de lo que describe al colonizado Albert Memmi en el libro Retrato del Colonizado. Veamos unos botones de estos colonizados. El Gobernador, en su carta al Secretario de Justicia Federal, describe a las autoridades federales de orden público como "hermanas". Es una carta del colonizado sumiso. Pero peor aún, con el desprecio que los federales trataron al Secretario de Justicia, este último habla de "dos entidades soberanas". ¿De dónde surge la soberanía del ELA en el estudio del Secretario? Surge lo contrario. 3) Aún después de acusado el Gobernador de Puerto Rico, los funcionarios de más alta jerarquía del ELA, consideraron que el FBI protege nuestra ciudadanía, aunque éstos ni siquiera permiten investigar un crimen, independientemente de si hay o no poder para acusar. Esto, además de una aberración, constituye un acto de servilismo. Representa en su crudeza la mente colonizada ad nauseam. ¿Por qué la contentura? 4) El ELA y su Secretario, ya no alegan ser autonomistas, y tener un sistema autonómico o aspirar a uno. Ahora alegan que ya son soberanos, aún después de estar Aníbal acusado, y sin poder de investigar una muerte violenta. En las páginas 17 y 18, el Secretario le llama a la relación de Puerto Rico y Estados Unidos como "la relación de dos entidades soberanas", "dos jurisdicciones soberanas"; y todavía nos da contentura este informe. El ELA ha dado reversa, "ya somos soberanos", grita el Secretario, y nos contentamos con que no se trate de procesar a los asesinos de Ojeda, conformándonos con que llamen al FBI embusteros. No les llama asesinos; eso no está en el informe. 5) El Departamento de Justicia de Puerto Rico acepta dócil y expresamente el sometimiento a nuestro estado de derecho, sin la menor crítica, y minimiza la gravedad del acto criminal del FBI. Me explico: En el acápite IV, se considera, y sólo para negarlo, la posible: a) comisión del delito menos grave de homicidio negligente por los agentes del FBI, con relación al intercambio de disparos original. Nunca consideró como delito de asesinato en primer o segundo grado, el disparo que cegó la vida de Filiberto; ni como tentativa de asesinato los tres disparos que hizo "Brian" a través de la puerta. Y hay quienes nos dicen que el Secretario concluyó que hubo un asesinato. Por favor, que me presten ese informe, pues yo no lo tengo. b) El acápite IV A.2.a. considera la posible comisión de homicidio negligente por el director del FBI en Puerto Rico. c) El acápite A.2.b. considera la posible comisión de homicidio negligente, por no proveer asistencia médica a Ojeda Ríos, después que lo hirieron. Concluir que no existe evidencia, y archivar el caso, es sinónimo de exoneración. Además, en ningún caso el Secretario de Justicia, ni sus fiscales, deciden si hay evidencia más allá de toda duda razonable para obtener un fallo condenatorio antes de denunciar a una persona; cosa que hacen en este caso y es para exonerar, no para denunciar, aunque luego se traslade el caso a la esfera federal. d) Finalmente, en el acápite IV B. se analiza, para excusar a Brian, la posible comisión por éste, del delito menos grave de homicidio negligente, al hacer el disparo fatal que cegó la vida de nuestro patriota mártir. ¿Alguien me puede decir dónde está el análisis de la posible comisión de asesinato? El análisis de asesinato incluye actos anteriores, durante y después del acto. Todo lo que analiza lo hace en el contexto de un posible delito menos grave. Si yo disparo hacia la puerta de una casa o a través de la ventana y digo que lo hice en defensa propia, pero el estudio de escena y pericial establece que yo miento, no me radican cargos por homicidio. Se trata de asesinato si muere alguien, o tentativa de asesinato si no muere. Lo que aplica a mí o a cualquier persona de caserío aplica al FBI. Las reglas 6 y 23 de Procedimiento Criminal no requieren prueba más allá de duda razonable para denunciar o acusar. Así, que lo que ha dado tanta contentura es que al Secretario le tomara, más de tres décadas de su vida, para percatarse de que los policías mienten y lo haga público. Como mentir no es delito, cierro el caso, porque no lo puedo probar más allá de toda duda razonable, porque está prescrito, y porque lo pueden trasladar, no acuso. Mentir, en tratar de establecer una defensa, se puede usar como hechos posteriores para acusar de asesinato. El delito de asesinato no prescribe. La ley federal aplicable en la colonia no obliga a pedir el traslado del caso. La ley dice "may be removed", no "shall be removed". Y aunque lo trasladen, reivindíquese radicando denuncias señor Secretario. Pero ni eso puede hacer, porque usted a la conducta del FBI le llamó irregularidades, inconsistencias, arbitrariedades; y adjudicó como juez, no culpabilidad, que es lo mismo que decir que no se probó el caso mas allá de duda razonable. Esa función es judicial, no suya. Así que toda la contentura porque el Secretario descubriera el Mediterráneo, me parece exagerada, no balanceada con todo lo negativo que es el informe. Muchos independentistas se han conformado con que archiven el caso, y exoneren al Secretario, quien actuando como juez exoneró al FBI. Basta leer la línea 3 de la página uno del informe, para percatarse de que el Secretario, a como dé lugar va a exonerar al FBI. En lo pertinente, lee esa parte: "Dicha intervención resultó en una balacera… la cual concluyó con la muerte violenta de Filiberto Ojeda". No, señor Secretario, esa "una" balacera no fue la que mató a Filiberto. Fue asesinado después cuando Filiberto no disparaba. ¿Cuál es la parte "positiva" del informe? Pues, es que "Brian" ante OIG, alegó defensa propia al matar a Filiberto, y esto resulta increíble. El Secretario acepta increíble la defensa del que reconoció haber matado, que sería lo que lo relevaría de la imputación de asesinato, pero ni menciona, y menos analiza, la posibilidad de un asesinato. Ahora no podrán acusar a nadie que admite que mató a una persona y miente en su única defensa. También es positiva la conclusión de que Brian no viera apuntando en su dirección, y resulta falso que la vida de Brian estuviera en peligro. Aún con todos estos aspectos positivos, o sea, todas las justificaciones para matar que tendría Brian son falsas, no cometió delito alguno; lo que resulta contrario a un correcto análisis jurídico. No existe conclusión alguna de convencimiento del Secretario, a los efectos, de que se cometió un delito. Una cosa es que se cometió un delito pero no puede probarlo; y otra cosa es decir que no existe prueba para procesarlo. La primera admite que hubo comisión de delito, la segunda no. Así que todo lo "bueno" del informe es decir que Brian es un embustero. Eso lo supo el pueblo de Puerto Rico el 23 de septiembre de 2005. De todos los actos que analiza el Secretario concluye que son "errores", que erraron al usar helicópteros, "flash bangs", y al no usar FBIs que hablaran español; y erraron al no entrar a recuperarlo herido (p.3); que varios oficiales federales incurrieron en serias irregularidades, altamente irregulares, no justificadas (p.4). A fin de cuenta, me han dicho, que el Secretario llegó a lo más que pudo. Es decir, el FBI cometió irregularidades, y por esa conclusión lo aplauden. El Gobernador de Puerto Rico, en carta al Secretario de Justicia de Estados Unidos del 26 septiembre de 2005, calificaba, a lo sumo, la conducta del FBI como meras "irregularidades en los trámites y en las comunicaciones que el FBI y USA (fiscalía federal)… tuvieron con la autoridades estatales el 23 de septiembre". Y fue más lejos, y llamó al FBI y fiscalía federal "autoridades de orden público hermanas". Después de esa cartita del Gobernador, ¿alguien cree que el informe de su subalterno sería distinto? Alega el Secretario que aquí no podemos denunciar a los federales porque existe una "Federal Office Removal Statute" (28USCA 1442.) Abogados repiten la misma conclusión. ¿Alguno se ha leído el estatuto? El estatuto lo que dice es que cuando se radique un caso civil o criminal contra (entre otras entidades y/o personas) agentes federales, el caso "may be removed"; no dice "shall be removed". En español quiere decir que "puede ser removido". O sea, que el estatuto no hace mandatoria la remoción, como lo han interpretado los que hablan por radio. Nos dice el Secretario y repiten otros, que los oficiales están protegidos por el "Supremacy Clause Immunity". Es cierto que dicha cláusula exime de responsabilidad criminal estatal a agentes federales, cuando los actos imputados, hayan sido razonablemente necesarios para la ejecución de funciones oficiales de dichos agentes. Ni el asesinato, ni el homicidio son razonablemente necesarios para la ejecución de funciones oficiales: Por tanto, no están protegidas por el Supremacy Clause Immunity, y, por ende, no conceden impunidad para el asesinato. Explicaré otro concepto que esgrimen algunos, y es que no se puede denunciar o arrestar a John Doe. Las doctrinas legales hay que entenderlas en el contexto en que se crean y adoptan. En Estados Unidos hubo una época, llamada de la prohibición, que penalizaba la producción de licor clandestino. A los que producían el licor se les llamaba "moonshiners" Los policías llamados "sheriffs", acostumbraban ir donde un juez de paz o municipal de los estados "moonshiner", le solicitaban y obtenían ordenes de arresto dirigidas a John Doe 1, 2, 3… Con esas órdenes iban y arrestaban a los que descubrían preparando licor clandestino, y al diligenciar la orden de arresto le tachaban el nombre de John Doe por el del arrestado. Los tribunales de Estados Unidos declararon nulas esas órdenes de arresto que se emitían aún antes de tener un sospechoso, y se ejecutaban después de detectarlos fabricando o vendiendo licor clandestino. Es en ese contexto, y no en otro, que se tiene que entender e interpretar la nulidad de órdenes de arresto contra los ciudadanos que vayan dirigidas al tal John Doe. Nada impide que se radiquen denuncias contra John Doe cuando se desconoce el nombre de la persona, si se sabe alguna descripción. Se escribe John Doe y se pone una descripción; al arrestarlo, se escribe sobre John Doe el nombre. Cuando es el propio asesino, o la agencia para la que trabaja esconde el nombre y la descripción, dudo que un tribunal de Puerto Rico aplique la doctrina creada por los abusos de los "sheriffs" con los "moonshiners", que ni se conocía que habían cometido delitos. El Federal Office Removal Statute, no le prohíbe a los estados iniciar proceso criminal contra los agentes federales. Sí permite que USA pida, si lo desea, la remoción al foro federal, en cuyo caso, los tribunales federales determinan si los actos imputados han sido razonablemente necesarios para la ejecución de las funciones oficiales de los agentes federales. En el caso de los fotógrafos y periodistas, no sólo se tiene la descripción de los delincuentes FBI, se tienen sus fotos; por lo que se puede denunciar como John Doe, se da su descripción y se incluye su foto con la denuncia. El problema será arrestarlo, pero no el denunciarlo. Si después de denunciarlo y/o arrestarlo, y el Gobierno Federal decide trasladarlo por ser ésta una colonia, no es mucho lo que se puede hacer; pero al menos se trató de vindicar la dignidad de un pueblo, aunque sea colonial. Este informe esconde la complicidad del ELA. Lo único que dice de la participación del ELA es que sus policías eran parte del "Task Force" que buscaba a Ojeda y que el 11 de febrero de 2005 le informaron al FBI el paradero de Ojeda. Ni siquiera estos policías pudo entrevistar el Secretario, porque el FBI informó que ellos "firmaron" un acuerdo de silencio. El Secretario ni planteó que los acuerdos de silencio son inválidos para ocultar delitos, aún los que se firman con el FBI. Pero al colonizado le bastó que le hablaran del "acuerdo" para no insistir. Tampoco discute el hecho de que la Policía de Puerto Rico tenía fotos aéreas de la casa de Ojeda, ni la orden que dio Acevedo Vilá el día antes del operativo para que los empleados, maestros y estudiantes de la escuela de Plan Bonito se ausentaran al otro día de la escuela. No explica quién dio las órdenes a la AEE para que cooperara, ni cómo se hizo. En ningún sitio se analiza por qué el operativo se planifica el 20 ó 21 de septiembre, si desde 8 meses antes la Policía de Puerto Rico había informado del paradero de Ojeda al FBI. En síntesis, esconde la conspiración ELA-FBI. Resulta patética la docilidad del Secretario y sus empleados ante la fiscal Rosa Emilia Rodríguez, quien lo increpa durante la investigación. El espíritu de servil colonizado del Secretario queda claro cuando llama a fiscalía, al FBI y a Puerto Rico "entidades soberanas". Qué soberano es Puerto Rico cuándo a los actos de no cooperar del FBI les llama "inconsistencia y arbitrariedad". Y aún hoy dice que fiscalía y el FBI tienen la importantísima misión de protegernos. Y se atreve a decir que trató de vindicar los derechos soberanos de Puerto Rico. Lo único que le faltó al Secretario fue concluir que FOR se suicidó. Por poco llega a esa conclusión. Y finalmente, ¿cómo el Secretario puede hablar de soberanía, si no tiene autoridad siquiera para interrogar a sus propios agentes en el "Task Force" del FBI? ¡Qué patético! El FBI puede asesinar y no podemos hacer nada pues tiene inmunidad. Debió decir impunidad. Lo que más me indigna, es que el Fiscal Nazario, que realmente estaba a cargo de la investigación, junto a los agentes asignados a la misma, me informaron que el FBI asesinó a Filiberto. Me explicaron, en la misma casa de Filiberto, cómo sucedió; y me pidieron que no lo informara públicamente hasta que saliera el informe. Y ahora concluyen que no hay delito. Por favor explíquenme la contentura. * El autor es abogado. Participó destacadamente en la defensa de Filiberto Ojeda Ríos a través de toda su vida de lucha. |
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