Reflexiones
Joaquín Chévere Rivera
Mensaje en el Día de los Mártires, 25 de Julio de 2009
Saludo fraternal a todos mis hermanos y hermanos en la lucha.
Como decía el gran poeta José Martí, "honrar, honra". Me siento más que honrado al conmemorar el Día de los Mártires en la lucha por la independencia de nuestra Patria.
Hoy venimos aquí al Cerro Maravilla, Cerro de los Mártires a rendirle tributo de amor y gratitud a los jóvenes Arnaldo Darío Rosado y Carlos Soto Arriví. Hoy se cumplen 31 años de esos crímenes abominables. Nunca olvidemos la fecha: 25 de Julio de 1978. Hace tiempo que Arnaldo y Carlos son mártires de la libertad en nuestra honrosa historia. Asesinados vilmente por la Policía Colonial. Planificado el entrampamiento con el conocimiento y consentimiento del gobernador anexionista y fascista, Carlos Romero Barceló. También hoy y siempre honramos a los miles de patriotas que a través de la historia han entregado su vida por la independencia de nuestra patria. Desde Agüeybaná el Valiente hasta el querido Filiberto Ojeda Ríos asesinado cobardemente por los agentes mercenarios del FBI. Exhorto a mis compañeros y compañeras a leer el valioso libro Mártires de la Nación Puertorriqueña del gran historiador Juan Manuel Delgado para que conozcan en detalle esa dolorosa historia. Vaya también nuestro tributo a los más de 6,000 luchadores independentistas que han sido encarcelados por defender el derecho inalienable de mandar en nuestra tierra. Hecho documentado por el gran historiador José Paralitticci.
Otra vez recuerdo al gran poeta cubano José Martí cuando afirmaba: "La libertad cuesta muy cara. Hay que pagarla a su justo precio o resignarse a vivir sin ella" Verdad histórica. El justo precio es la lucha sin tregua, la disposición al sacrificio. Por no resignarse a vivir como esclavos en su propia tierra fue que lucharon nuestros héroes y mártires. Lo hicieron a costa de su libertad y su propia vida. Cumplieron el mandato del maestro Pedro Albizu Campos: "La patria es valor y sacrificio."
Otra vez reitero y no me canso de hacerlo: LOS PUERTORRIQUEÑOS SI TENEMOS HISTORIA. HERMOSA, DOLOROSA, GLORIOSA. HISTORIA HONROSA DE UN PUEBLO DIGNO Y LUCHADOR. Lamentablemente ocultada, negada, ignorada. El responsable de esa infamia ha sido el sistema colonial que ha sufrido nuestro pueblo desde la invasión yanki de 1898. Hoy se cumplen 111años de la…esa funesta agresión. Culpables, los invasores yankis, pero no olvidemos que también son cómplices los serviles colaboradores, los partidos anexionista y colonialista. Son los mismos, como decía nuestro querido Gilberto Concepción de Gracia. Aprovecho para en nombre de nuestra Coordinadora del Cerro de los Mártires rendirle tributo de amor y gratitud. Nos unimos a la celebración del centenario del natalicio del gran prócer puertorriqueño. Nos preguntamos, ¿por qué esa agenda de ocultamiento de nuestra verdadera historia? Solo hay una respuesta: porque los enemigos de nuestro pueblo le temen a la verdad. Recordemos las palabras de nuestro Señor Jesucristo: "VOSOTROS CONOCEREIS LA VERDAD Y LA VERDAD OS HARA LIBRES".
Hagamos un poco de historia para conocer el origen de nuestros males, de nuestra tragedia.
Como sabemos, fue el 25 de Julio de 1898 que comenzó nuestro Vía Crucis. Se iniciaba la época de la dominación americana, otro capitulo en nuestra dolorosa historia de pueblo colonial. Ese día, la Marina de Guerra de los Estados Unidos invade nuestra patria. Entran por Guánica y lo hacen a sangre y fuego. Como hacían los piratas. Flota de barcos de guerra con miles de soldados con toda clase de armamentos. Agresión brutal cobarde y abusiva contra un pueblo que nada les había hecho. Era la culminación del plan de invasión que había comenzado el 12 de mayo con el Criminal Bombardeo a San Juan. Vivíamos en paz y comenzábamos a disfrutar de gobierno propio bajo la Carta Autonómica de noviembre de 1897.La invasión militar violaba el derecho internacional a la vez que tendría consecuencias trágicas en la vida de todos los puertorriqueños.
Brevemente examinemos algunas de esas consecuencias que seguimos padeciendo hasta el día de hoy.
En lo político, se impone un gobierno militar que de inmediato derroca al gobierno autonómico. Pérdida de todos nuestros derechos políticos. En los años siguientes, se cambia la fachada. Habrá un gobierno civil, pero seguía y continúa siendo hasta el día de hoy un gobierno colonial sujeto a la imposición de leyes y poderes absolutos del gobierno de los Estados Unidos sobre los puertorriqueños. En 1917 con la Ley Jones, la infame imposición de la ciudadanía americana. Es decir la ciudadanía de los invasores. Bochornoso, humillante. Esto, a pesar de la tenaz oposición de la Cámara de Delegados. Artimaña legal para legalizar la eventual imposición del servicio militar obligatorio a los jóvenes puertorriqueños. Ya conocemos el resultado de ese abuso de poder del imperio. Miles de nuestros jóvenes han perdido sus vidas en las numerosas guerras provocadas por el imperialismo yanki. Todavia siguen muriendo nuestros jóvenes en las guerras de Irak y Afganistán. Nada justifica esa tragedia.
En lo económico de inmediato y continúa hasta hoy, la penetración masiva de capital, la depreciación de nuestra moneda en un 40%, el control del sistema tarifario, monopolio comercial, control del trafico marítimo y aéreo y la apropiación de nuestra tierras. Pobreza, desempleo y dependencia económica. En lo social, la descomposición familiar, la drogadicción y el auge de la criminalidad. No hay palabras para expresar todo el sufrimiento que estos problemas le han causado a nuestro querido pueblo.
Hablemos del aspecto cultural, tan importante en la vida de los pueblos. Con la invasión se origina la infame agenda de americanización que tenía como objetivo la destrucción de nuestra cultura y por tanto de nuestra nacionalidad. De hecho, se llegó al absurdo y a la antipedagógica práctica de la imposición del inglés como idioma de enseñanza en todas las asignaturas. Increíble pero dolorosamente cierto. Cincuenta años duró esa afrenta, esa humillación contra nuestro pueblo...Lamentablemente, un sector de nuestro pueblo todavía sufre los efectos de esa política destructiva. Son los puertorriqueños colonizados. Los que le rinden pleitesía a sus amos, a los invasores de su tierra.
Existe otro terrible 25 de julio en nuestra historia. El 25 de julio de 1952. Es el día del gran engaño, de la gran mentira a nuestro pueblo. Es el día de la farsa del Estado Libre Asociado. Obra maestra de la demagogia del gobierno de los Estados Unidos con la complicidad y colaboración servil del colonialista Partido Popular Democrático. También del Partido Estadista Republicano que en aquella ocasión apoyaron la trampa colonial. No lo olvidemos nunca, son los mismos, Vamos a los hechos. En el año 1950 el Congreso de los Estados Unidos nos impone la ley 600. Esa misma ley que supuestamente nos permitía hacer nuestra constitucion, nos imponía graves restricciones. En su sección 4 expresa que todas las disposiciones de la Ley Jones de 1917 que trataban sobre las relaciones políticas y económicas entre Puerto Rico y los Estados Unidos quedarían vigentes. Y que se conocerían como la Ley de Relaciones Federales. Casi nada. Así es que la Convención Constituyente Colonial aprueba maliciosamente el embeleco llamado Estado Libre Asociado. Que ni es estado, ni es libre, ni es asociado. Con premeditación escogieron la fecha del 25 de julio para inaugurar el embeleco. Así intentaban borrar de nuestra historia la tragedia de la invasión yanki. Para que conste, en ese momento histórico los partidos Nacionalista e Independentista dirigidos por los próceres Pedro Albizu Campos y Gilberto Concepción de Gracia denunciaron y condenaron ese engaño que traicionaba nuestra patria. Así salvaron el honor de nuestro pueblo. Como siempre, el tiempo se encargaría de darles la razón. Al día de hoy, no mandamos en nuestra tierra. Nos mandan a su antojo y de acuerdo a sus intereses el gobierno de los Estados Unidos y las poderosas corporaciones americanas. Las mismas que el año pasado se llevaron de nuestro país 35 billones de dólares en ganancias. Esta es en síntesis la miseria colonial que vive nuestro país. Esto es doloroso, es indigno, es bochornoso, en pleno siglo 21.
Sin embargo no podemos caer en el desanimo. Jamás la frustracion. Fortalezcamos nuestro espíritu de lucha, nuestra fe en el triunfo inexorable de la justa causa de nuestra independencia. Esta es una lucha centenaria, de resistencia heroica contra dos poderosos imperios. Pero a pesar de todo, de la represión continua, de la explotación económica, de la agresión cultural, de los miedos a la independencia inculcados, no han podido ni podrán destruirnos. Somos un pueblo indestructible. Seguimos siendo puertorriqueños, orgullosos de nuestra identidad, nuestra cultura y nuestra historia.
Vamos pues a continuar la amorosa lucha por la libertad de nuestra bendita patria, Puerto Rico Por no callar, por protestar valientemente ,por resistir dignamente contra los abusos e injusticias, nuestros héroes y mártires fueron perseguidos, encarcelados y muchos asesinados. Ellos encarnaban la dignidad humana. Estaban motivados por su profundo amor a Puerto Rico. Eran verdaderos luchadores, de los imprescindibles como justamente los llamaba Bertolt Bretch. Jamás debemos olvidarlos. Como afirma el gran escritor Eduardo Galeano: "Solo muere lo que se olvida" Ellos vivirán por siempre en nuestras conciencias y en nuestros corazones...Nunca olvidemos, nunca que hemos sido nosotros el movimiento independentista el que ha dado cara por nuestro país, siempre en todo momento. A costa del sacrificio. Lo hacemos porque tenemos convicciones, ideales arraigados que nos motivan a seguir luchando. Nosotros no tenemos precio. Tenemos las poderosas armas de la razón y la justicia. Sobretodo tenemos la más poderosa fuerza, la del gran amor a Puerto Rico. Por eso tenemos que afirmar siempre, honra y orgullo ser independentista.
Han sido 111 años de persecución, de encarcelamientos de patriotas, y de masacres de puertorriqueños. La Masacre de Río Piedras en 1935 donde la Policía Colonial mata a 4 jóvenes nacionalistas. La Masacre de Ponce de 1937 donde la misma Policía Colonial siguiendo un plan siniestro del gobernador sanguinario Blanton Winship asesina vilmente 19 puertorriqueños y causa heridas a mas de 150. Como siempre, esas muertes quedarían impunes. En la Insurrección Nacionalista la misma Policía Colonial y la mal llamada Guardia Nacional del Ejercito de los Estados Unidos aplasta al movimiento libertador. Llegaron a la barbaridad de bombardear Utuado.
¡Basta ya de tanto abuso de poder, de tanto atropello. Basta ya, del coloniaje que nos degrada, que nos explota, que nos oprime!
Los invito a estudiar a conciencia nuestra honrosa historia. Para conocernos y valorarnos como pueblo. Para liberarnos de miedos, mentiras y complejos coloniales. A conocer, valorar y amar las vidas heroicas del padre de la patria el Dr. Ramón E. Betances, el abolicionista Segundo Ruiz Belvis. A conocer y valorar el sufrimiento de nuestros primeros mártires; nuestros indios y nuestros esclavos. A conocer, valorar y amar la gesta patriótica del Grito de Lares, al amoroso maestro Rafael Cordero, a nuestras heroínas Mariana Bracetti y Lola Rodríguez de Tió, a Blanca Canales, a Lolita Lebrón, a nuestro poeta nacional y luchador, Juan A. Corretjer, a nuestra inmortal poetiza y militante independentista Julia de Burgos a nuestra querida Isabelita Rosado. Al mártir de la independencia Pedro Albizu Campos. Aprendamos del educador de América Eugenio M. de Hostos cuando nos dice en La Peregrinación de Bayoán: "Vosotros matareis el dios del miedo y solo entonces seréis libres". Aprendamos de nuestro padre, el Dr. Betances, cuando nos enseña: "Los grandes solo son grandes, porque estamos de rodillas, levantémonos". A conocer, valorar y amar a nuestros invitados de honor, los héroes nacionalistas Heriberto Marín y Rafael Cancel Miranda. Estos nombres son una muestra mínima de nuestros luchadores y luchadoras que han hecho historia. Recordemos las palabras del maestro Pedro Albizu Campos: "Los pueblos se sostienen de la gloria de sus muertos ilustres."
Para terminar, un llamado a la conciencia de todos los compañeros y compañeras...Solo hay una manera digna y justa de honrar la memoria de nuestros héroes y mártires. Entusiasmarnos y apasionarnos con sus vidas ejemplares. Seguir su ejemplo. Perseverar siempre. Renovar, hoy nuestro compromiso de luchar con valor, con determinación y sin descanso hasta lograr la independencia de nuestra amada patria. Por un Puerto Rico libre, justo y solidario. Esa fue la gran aspiración de sus vidas. También debería ser la nuestra. Hermanos y hermanas en la lucha, A cumplir esa noble misión los invito. Amorosamente, con el corazón en la mano. Con la ayuda de Dios lo vamos a lograr.
Vivan por siempre nuestros héroes y mártires de todos los tiempos. Vivan Mariana Bracetti, Joaquín Parrilla, Bolívar Márquez, Griselio Torresola, Oscar Collazo, Antonia Martínez, Arnaldo Darío Rosado ,Carlos Soto Arriví, Ángel Rodríguez Cristóbal, Filiberto Ojeda .Viva el prócer Gilberto Concepción de Gracia, viva el maestro Pedro Albizu Campos .Viva Puerto Rico Libre.
Joaquín Chévere Rivera 25 de Julio 2009, Cerro Maravilla, Villalba, Puerto Rico.
Mensaje leído por Joaquín G. Chévere Rivera el 25 de Julio de 2009 8:30 –8:45 a.m.
Frente las cruces de los mártires Arnaldo Darío Rosado y Carlos Soto Arriví en el Cerro Maravilla, Cerro de los Mártires en Villalba Puerto Rico.
El autor es maestro de Historia de Puerto Rico y miembro del Comité Educativo de la Coordinadora del Cerro de los Mártires. Ésta lo designó para dar el mensaje frente a las cruces donde cayeron asesinados por la Policía Colonial nuestros mártires Arnaldo Darío Rosado y Carlos Soto Arriví el 25 de Julio de 1978. Hoy se cumplen 31 años de esta tragedia.