lunes, 24 de agosto de 2009

Tribulaciones del melón





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Voces / 64
Miércoles 19 de Agosto de 2009 / El Nuevo Día
 
Tribulaciones del melón

ISMAEL TO R R ES
P E R I O D I STA


C ada día me encuentro con personas que caminan por la ciudad como fantasmas, atribuladas con la situación del País. No porque la actual administración no tiene un proyecto para sacarnos de la crisis, sino porque la Nación está en peligro y vamos a dejar de ser boricuas.

Muchos andan sin rumbo porque no logran aceptar que el Partido Popular Democrático (PPD) perdió las pasadas elecciones generales y que desde enero pasado gobierna un administrador que aboga por la estadidad para Puerto Rico.

De poco valieron los pujos soberanistas, la exhibición obscena del anillo arzobispal y la defensa de Filiberto Ojeda y sus gestas para evitar la derrota del Partido Popular y de su candidato Aníbal Acevedo Vilá.

La realidad es que a partir de enero pasado, para algunos, entramos de nuevo a las tinieblas, a la oscuridad, a una especie de idiotez colectiva de la que saldremos únicamente con el retorno glorioso del Partido Popular, no importa quién lo dirija ni con qué agenda.

He escuchado a profesores y administradores de la Universidad de Puerto Rico explicando lo que ocurrirá en el sistema universitario público una vez los bárbaros estadistas tomen control de esa institución, convertida hace años en una agencia gubernamental más y creciendo sin control.

Universitarios que saben lo que está pasando dicen que basta echar una mirada a la Editorial Universitaria para darse cuenta de lo que ha pasado en la UPR, sin mirar mucho a las oficinas de la Presidencia de esa institución.

Los otros días me decía un amigo, medio en broma y medio en serio, que hay profesores boricuas en universidades en Estados Unidos que están considerando la posibilidad de trasladarse a Puerto Rico para unirse al ejército de boricuas que evitará que estos bárbaros que están en el Gobierno nos quiten la Patria. Pues la ausencia del Partido Popular en el Gobierno amenaza con que nos quedemos sin oxígeno y perdamos todo lo que nos caracteriza como boricuas.

Por eso, en un momento dado algunos llegamos a pensar en la posibilidad de que el Partido Popular y su candidato a la gobernación cerrarían su campaña frente a la residencia de Filiberto Ojeda, en Hormigueros.

Eso no ocurrió. El PPD perdió las elecciones y vemos al nuevo liderato enfilando sus esfuerzos hacia Washington.

Mientras, unos atribulados melones se preguntan qué ocurrió, el PPD se movió a la izquierda o nosotros nos unimos a la derecha.