Para el Partido Independentista Puertorriqueño nuestra presencia en la Comisión Estatal de Elecciones (CEE) es para, entre otras cosas, garantizar la pulcritud y honestidad en el proceso electoral. Las irregularidades y denuncias de fraude en las primarias del PNP y el PPD por un lado, y en el proceso de inscripción del PPR por el otro, son asuntos de trascendencia por el impacto en la confianza y credibilidad institucional de la CEE que generaría sus acciones y respuestas ante dichos escándalos. Resulta preocupante la resolución aprobada por el Directorio del Partido Nuevo Progresista (PNP) donde se le exige a la Comisión Estatal de Elecciones concluir la pesquisa que lleva a cabo en relación a la primaria de Guaynabo del pasado 18 de marzo y certificar al candidato ganador. El Directorio del PNP actuó irresponsablemente al presionar de forma indebida a la CEE para que concluya aceleradamente una pesquisa en la que se imputa la posibilidad de un fraude electoral en Guaynabo. Estamos hablando de acciones que pudieran constituir un delito serio, por lo que la pesquisa debe tomar el tiempo que sea necesario para despejar toda duda y, de evidenciarse el fraude, someter ante la ley a los responsables, indistintamente si se certifica a un ganador. Además, es un chiste de mal gusto que por un lado exijan celeridad en la investigación y por el otro la obstaculicen. El Directorio del PNP lo que debe hacer es un llamado al alcalde de Guaynabo, Héctor O'neill y a sus empleados y subalternos a que brinden la información necesaria al Comité AD - HOC, compuesto por reconocidos y respetados profesionales, para que de esa manera el Comité pueda hacer su trabajo y radicar su informe a la brevedad posible. De igual forma, quedaría lacerada la confianza y credibilidad de la CEE si en momentos en que se cuestiona la legitimidad y pureza de los procesos primaristas del PNP y del PPD, ésta abdicara a su responsabilidad y mirara para el lado permitiendo la inscripción y participación en el proceso electoral del PPR, sin investigar las serias denuncias de un patrón de falsificación de firmas y la inclusión de personas fallecidas entre sus endosos. Más aún, cuando resulta ser el Presidente y potencial candidato a la gobernación de esta agrupación uno de los notarios que recogió uno de los endosos de personas fallecidas. Hoy está en juego no sólo la credibilidad de la CEE, sino la de un sistema que, aunque imperfecto, ha podido hacer cumplir unas reglas de juego mínimas que garantizan la pulcritud y limpieza de los que participan en el proceso electoral. Nadie, ni partido, ni incumbente, ni candidato alguno, tiene derecho a poner en juego esa credibilidad. |