Comunicado de Prensa
En San Juan, Puerto Rico. lunes, 9 de junio de 2008 – La senadora independentista, María de Lourdes Santiago, le cursó hoy una carta al presidente de la Comisión de Derechos Civiles, licenciado José Irizarry Yordán, en la cual le hace una serie de peticiones a la luz de información "hasta ahora inédita" sobre el caso de Filiberto Ojeda Ríos que reseña un artículo de un periódico de la ciudad de Nueva York.
Según el artículo al que hace referencia la Legisladora del PIP, el licenciado José Carreras, en compañía de un médico, declaró que tuvo acceso a las cercanías de la casa del señor Ojeda Ríos, y que desde allí "…pasadas las 7:00 pm…escuchó claramente la última ráfaga de disparos".
"Esta versión contrasta con la ofrecida públicamente por las autoridades federales y por la aceptada en los informes oficiales. Las declaraciones sobre una segunda ráfaga hacen obligada, en el terrible contexto de la persecución de la que ha sido víctima el independentismo puertorriqueño, la reminiscencia de los asesinatos del Cerro Maravilla.", señaló la Senadora.
"Además, la noticia revela la presencia de al menos dos oficiales de la Policía de Puerto Rico en el mismo lugar de los hechos. Hasta la fecha, sólo se había reconocido la participación de fuerzas policíacas locales a lo largo del perímetro, fijado a considerable distancia del escenario del asesinato.", añadió.
En vista de que la Comisión de Derechos Civiles es el único foro que al presente investiga la muerte de Filiberto Ojeda Ríos, y de que la información contenida en el reportaje de referencia no ha sido considerada por ninguna de las instituciones que ya han publicado sus hallazgos sobre el asunto, la Portavoz del PIP solicitó, en primer lugar, que "se cite al licenciado José Carreras y a su acompañante para recibir su testimonio en lo que se refiere a esa segunda ráfaga, y a cualquier otro hecho pertinente"; y en segundo lugar, que "la Comisión requiera al superintendente de la Policía, licenciado Pedro Toledo, que identifique a los agentes puertorriqueños que formaban parte de esa 'fuerza conjunta' con los agentes federales, que se cite e interrogue a tales oficiales, y que esclarezca la naturaleza precisa de esa colaboración interjurisdiccional y su relación con el asesinato del señor Ojeda Ríos".
"Las interrogantes sobre el asesinato de Filiberto Ojeda Ríos siguen siendo una herida abierta en la conciencia del pueblo puertorriqueño. La Comisión de Derechos Civiles tiene ante sí la inmensa responsabilidad de indagar sobre aspectos que, por razones diversas, otros foros han preferido ignorar. Son ustedes, quizás, la última esperanza, al menos en el futuro previsible, de que se revele toda la verdad en un asunto que tan duramente ha puesto de relieve que los tiempos de persecución e intolerancia política—así como los de complicidad con los culpables de esos males—aún no son cosa del pasado", finalizó la senadora Santiago Negrón.
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