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El Nuevo Día, 26 de mayo de 2009
El actor Luis Enrique Romero, la cantante María Isabel "Chabela" Rodríguez, el músico José Antonio Rivera, la enfermera Eugenia Pérez Montijo, el diseñador Luis Suárez y el obrero jubilado Ramón Díaz fueron imputados de un delito menos grave.
Por José A. Delgado
WASHINGTON- Los seis independentistas puertorriqueños que interrumpieron a principios de mes una sesión del Congreso en reclamo de la descolonización de Puerto Rico llegaron ayer a Washington, para enfrentarse hoy a la lectura de cargos.
"Vamos a asumir las consecuencias de nuestros actos, pero llevamos a cabo un acto de desobediencia civil pacífica", dijo el actor y cantante Luis Enrique Romero, uno de los seis desobedientes civiles que, con canciones, pancartas y consignas a favor de la independencia de Puerto Rico interrumpieron brevemente el pasado día 6 una sesión de la Cámara de Representantes federal.
Romero, la también cantante María Isabel "Chabela" Rodríguez, el músico José Antonio Rivera (Tony Mapeyé), la enfermera Eugenia Pérez Montijo, el diseñador mecánico Luis Suárez y el obrero jubilado Ramón Díaz fueron imputados de un delito menos grave.
Por tratarse de un delito menos grave, han sido citados para hoy a las 10:30 a.m. al Tribunal Superior de Washington D.C., donde la audiencia puede limitarse a la lectura formal de cargos.
Junto a los desobedientes civiles viajó a la capital federal el abogado Luis Abreu Elías, quien colaborará con la defensa del grupo, que ha estado encabezada por el abogado puertorriqueño Manuel Rivera, con oficinas en Roslyn (Virginia), en la frontera con la capital estadounidense.
"Viene gente de Nueva York, Filadelfia (Pennsylvania) y Orlando (Florida) a apoyarlos", indicó Rivera
El abogado Rivera espera que hoy sólo se discuta cómo ordenar el proceso y algunas limitaciones que la fiscalía pudiera querer imponerles, como mantenerles alejados del Congreso. Rivera dijo que planteará, si esa fuera la petición de la fiscalía, que se les permita acudir a alguna oficina del Congreso a la que sean invitados.
Cuando el juicio comience, la defensa considera argumentar que el delito de interrupción de una sesión del Congreso pudo no haberse configurado y describirá la manifestación como un acto de libre expresión.
El grupo, de ser hallado culpable, se expone a una sentencia de seis meses de cárcel y/o una multa de $500. Rivera considera que la fiscalía puede preferir imponer una multa.
Esta noche, el grupo participará en un conversatorio en la Iglesia Episcopal St. Stephen's de Washington D.C..
"Puerto Rico ha sido una colonia por más de 111 años: una condición colonial humillante en el siglo 21", indicaron los desobedientes, en una carta que le enviaron el mismo 6 de mayo pasado al presidente Barack Obama, a favor de la descolonización e independencia de Puerto Rico.