martes, 18 de diciembre de 2007

SE CONSTITUYE COMITÉ A LA MEMORIA DE JUANO HERNáNDEZ


Comunicado de Prensa
 
 
 
SE CONSTITUYE COMITÉ A LA MEMORIA DE JUANO HERN áNDEZ
 
En San Juan, Puerto Rico.   17 de diciembre de 2007 - En el día de hoy se anunció la constitución del Comité a la Memoria de Juano Hernández , integrado por Jacobo Morales, Gilberto Concepción Suárez, Orvil Miller, Benjamín Pagán, Edgardo Huertas, Juan Ortíz Jiménez y la senadora María de Lourdes Santiago Negrón.
Juano Hernández, quien nació en San Juan en el 1896, fue uno de los actores   negros más importantes en la radio y el cine norteamericano. Su trabajo abrió el camino para los actores afroamericanos de las generaciones que le siguieron, como ha señalado Sidney Poitier.  En el 1933, dirigió y protagonizó John Henry, la primera producción radial afroamericana transmitida por una estación principal en los Estados Unidos.  Colaboró con Orson Wells y se convirtió en uno de los actores radiales más cotizadas de su tiempo.   Su caracterización de "Lucas Beauchamp" en la película Intruder in the Dust (1949) marcó la primera proyección de un personaje negro en un papel principal—no como bailarín, cantante o sirviente—fuera de las producciones exclusivamente negras de la época.   Trabajó junto a Steve McQueen, Lauren Bacall y Kirk Douglas, entre otros. Hernández falleció en Trujillo Alto el 17 de julio de 1970.
En agosto de este año, un ciudadano envió una carta a la senadora Santiago Negrón, alertando sobre el penoso estado de la tumba de Juano Hernández, la cual carece de lápida que la identifique y que, en aquel momento, se hallaba bajo amenaza de ser reposeída y de que los restos del gran actor puertorriqueño fueran arrojados a una fosa común.  Varias comunicaciones y reuniones llevaron a la constitución del Comité a la Memoria de Juano Hernández. 
Gracias a la generosidad de la Asociación de Productores de Cine, y a través de su tesorera Elia Enid Cadilla, las cuotas de mantenimiento de la tumba de Hernández se han puesto al día.  Ahora, el Comité realiza trámites con el Municipio de San Juan para trasladar los restos al Cementerio del Viejo San Juan. 
El trabajo de Juano Hernández—por lo que significó en calidad actoral y en revolución racial—lo coloca entre los grandes de la radio y el cine.  Sin embargo, su nombre es desconocido para muchos puertorriqueños.  Algunos esfuerzos se han hecho para rescatar su memoria, como los artículos publicados por Juan Ortiz Jiménez, la creación del Premio Juano Hernández por el Departamento de Drama de la UPR y la producción de una edición de Prohibido Olvidar, trasmitida por TUTV.
Dentro de las próximas semanas, el Comité estará sometiendo la nominación de Juano Hernández al Salón de la Fama de la Radio de los Estados Unidos, para lo cual se gestionará el respaldo de la Asociación de Radiodifusores, de la Asamblea Legislativa y de distintas personalidades.  Otros esfuerzos incluirán la proyección, a principios del próximo año, de Intruder in the Dust en una de las salas principales de cine de la isla, la presentación de una conferencia sobre la vida y el trabajo de Hernández, la recopilación de material gráfico, fílmico y sonoro, y un reconocimiento a su figura en un espacio público del país.
         

 
RESEÑA DE JUANO HERNANDEZ
 Juano Hernández nació en San Juan en el 1896, según algunas fuentes, de madre brasileña y padre puertorriqueño.  Temprano en su infancia llegó a Río de Janeiro.  Allí llevó una vida azarosa, viviendo y actuando en las calles, hasta que se marchó como parte de un espectáculo circense.  Estuvo en México y La Habana, y así perfeccionó su español.  Se trasladó a Estados Unidos, sin saber hablar inglés, y desarrolló tal habilidad en el idioma que luego se convirtió en instructor de dicción.  Nunca recibió educación formal, ni académica ni artística.  Probó suerte como boxeador, y comenzó a actuar en cabarets niuyorkinos.  Tras recorrer varias regiones de los Estados Unidos, empezó a trabajar, con gran éxito, como actor de radio y teatro.  Fue parte del coro en la producción de Showboat (1927), con la que viajó a Europa. Dirigió y protagonizó el espectáculo radial John Henry (CBS 1933), la primera producción totalmente afroamericana difundida en una estación principal.  Participó en la primera radionovela con un elenco compuesto en su totalidad por negros, We Love and Learn (CBS 1942-44) y en muchas otras producciones, incluyendo su colaboración con Orson Wells en la serie The Shadow.  Se convirtió así en uno de los actores radiales más cotizados de la época.
Hernández hizo su primera incursión en el cine en 1932, en The Girl From Chicago, bajo la dirección de Oscar Micheaux, el gran pionero del cine afroamericano. Trabajó en varias películas dirigidas al público negro de los Estados Unidos. Pero fue la caracterización de Juano Hernández de "Lucas Beauchamp" en la película Intruder in the Dust (1949) la que provocó el giro más dramático no sólo en su carrera, sino en la proyección de los negros en el cine norteamericano.  En esta adaptación de la novela de William Faulkner, el personaje de Hernández –un hombre negro acusado injustamente de haber matado a un blanco—marca la primera ocasión en que en el cine "mainstream" de los Estados Unidos un negro (divorciado totalmente de los personajes juglarescos de hasta entonces) camina erguido y seguro, sin ceder la acera a un blanco y sin hacer concesiones por motivo de su raza. Intruder in the Dust representó el rompimiento con la visión hasta entonces prevaleciente en Hollywood, que relegaba a los negros a hacer de bailarines, cantantes o sirvientes.   Juano Hernández ganó, por esta actuación, el Golden Globe Award.
          Tras el éxito de Intruder in the Dust , Hernández participó en muchas otras películas, entre las que se destacan Young Man with a Horn, dirigida por Michael Curtis (Casablanca) y protagonizada por Kirk Douglas y Lauren Bacall, The Mark of the Hawk y Trial (primera película en la que un negro hace de juez).  Una de sus últimas películas fue The Rivers (con Steve McQueen), también una adaptación de una novela de Faulkner.  Nunca fue nominado al Oscar, por la sencilla razón de que se tenía por inconcebible que un puertorriqueño negro fuera candidato a ese premio.
          Llamado a declarar ante el Congreso norteamericano en los terribles años del macartismo, Hernández se negó a colaborar con la persecución de artistas y personalidades, y pagó su resistencia con una merma dramática en ofertas de trabajo. 
          En sus últimos años se mudó a Puerto Rico, a una finca en Trujillo Alto conocida como "El Platanal", y dictó cursos en su academia particular y en la Universidad de Puerto Rico, institución que le otorgó un doctorado Honoris Causa.  Murió el 17 de julio de 1970. Dejó, entre sus proyectos inconclusos, una película sobre la vida de Sixto Escobar.
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