COMUNICADO DE PRENSA
8 de noviembre de 2007
CENSURA PRESIONES PARA LEGALIZAR APUESTAS FUERA DE CASINOS
Al tiempo que cataloga Gobierno de principal adicto y promotor de los juegos de azar
El representante independentista, Víctor García San Inocencio, censuró hoy lo que catalogó como "la flojera" de los que no se atreven a enfrentar al poderoso sector de las apuestas, al tiempo que repudió las enormes presiones de intereses económicos para legalizar las apuestas en máquinas fuera de los casinos.
Exigió, nuevamente, acción urgente e inmediata para atender el creciente problema de adicción al juego en Puerto Rico y advirtió que la política pública del Gobierno no debe continuar siendo la fatídica apuesta al juego. Censuró, además, al Secretario de Hacienda, Juan Carlos Méndez, por ser, a su juicio, cómplice acomodador del problema.
"Tenemos una oportunidad extraordinaria de detener la ola que arrastra y ahoga a nuestra sociedad en el torbellino de las apuestas, que cuesta miles de millones de dólares dentro y al margen de la ley. Es nuestra responsabilidad ponerle freno al empobrecimiento que representa la extracción de esas sumas al presupuesto abatido de las familias puertorriqueñas y al deterioro del sector comercial en Puerto Rico a base de la ubicuidad u omnipresencia de las apuestas en miles de establecimientos", manifestó.
Se estima que los puertorriqueños invierten sobre $5,000 millones de dólares anuales en juegos de azar autorizados y sumas adicionales similares en apuestas que antes fueron clandestinas y ahora son perfectamente visibles y cotidianas.
Para el Portavoz del PIP en la Cámara es reprochable cómo las apuestas en vídeo máquinas se han querido traer por la cocina. Primero, las miles que el Gobierno autorizó al sector hípico y las que pretendía añadir al hipódromo durante el primer año de esta administración. Y ahora, las 15 mil derrotadas, pero latentes, de la vídeo lotería electrónica.
"Lo triste y lastimoso es que el Gobierno está tan adicto, o más, al juego –para allegar dinero al fisco- como el más enfermo de los jugadores compulsivos", manifestó.
Asimismo, indicó que este es el momento de acabar con las apuestas en máquinas fuera de los casinos y que el Departamento de Hacienda tiene que hacer su trabajo de fiscalización de esas apuestas ilegales a través de la confiscación y supervisión de licencias y de permisos. Del mismo modo, señaló que la Asamblea Legislativa, por su parte, debe proscribir las máquinas de entretenimiento, que son la fuente de las apuestas ilícitas.
"El País no necesita más juego, no necesita más apuestas. No necesita a un Gobierno convertido en un adicto fiscal al juego y en el principal promotor de la enfermedad del juego compulsivo. Lo que hay que hacer es ponerle coto a la lotería electrónica expandida. Resulta penosa la posible alianza o encuentro de los sectores maquineros y maquinadores, extranjeros y de Puerto Rico, que continúan pujando por la legalización de las apuestas en cada esquina", sentenció.
Según el legislador del PIP, conforme al único estudio que se ha hecho sobre el tema, comisionado por el Departamento de Hacienda, –el informe de 1998 "Juegos de Azar y el Problema de Juegos en Puerto Rico", de los doctores Pedro Vale y Rachel Volberg- se estima que entre "...80,500 ( 3.4%) y 127,900 (5.4%) de los residentes de 18 años o más en Puerto Rico podrían ser clasificados como jugadores problemáticos actuales". Además, estimó "… que entre 130,200 (5.5%) y 191,800 (8.1%) de los residentes en Puerto Rico con una edad de 18 años o más podrían ser clasificadas como jugadores probablemente patológicos en la actualidad".
"El Gobierno ha tapado las crisis fiscales en Puerto Rico emitiendo más deudas y multiplicando los juegos de azar para aumentar sus ingresos. Se trata de la combinación perfecta para perpetuar la pobreza fiscal y la del pueblo", denunció García San Inocencio.
Finalmente, subrayó que el trabajo, la productividad y el ahorro son los elementos que podrían ayudar a sacarnos de la ruina económica en la que se encuentra el País.
"Por el contrario, la masificación de la apuesta nos catapulta o precipita hacia esa ruina económica y profundiza aún más el grave problema de salud pública que provoca. Llevo diez años tratando de que quienes ostentan el poder político tomen conciencia de esto y continuaré haciéndolo mientras sigan abdicando a su responsabilidad.", concluyó diciendo García San Inocencio.
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