jueves, 25 de octubre de 2007

Caso de status invierte papeles

NUESTROS PAÍSES - El Diario La Prensa, Nueva York 10/25/2007
Jesús Dávila

SAN JUAN/corresponsal EDLP — La aprobación el martes de un proyecto para atender la condición colonial de Puerto Rico en una comisión del Congreso de Estados Unidos fue seguida ayer por un cambio de papeles en el teatro político boricua con los oficialistas planeando protestas callejeras, los anexionistas divididos y los independentistas celebrando.

La acción del Comité de Recursos Naturales de la Cámara de Representantes impactó también en Washington y mientras la delegada de Islas Vírgenes, Donna Christensen, describió el proyecto como de consenso, el congresista de Chicago Luis Gutiérrez tronó contra su compatriota neoyorquino José Serrano y denunció que se aprobó una medida "indigna y divisiva".

El diferendo entre los tres congresistas demócratas quedó, sin embargo, como una nota menor en comparación con el día de ayer en Puerto Rico, donde el liderato del oficialista Partido Popular Democrático ha comenzado a planificar una protesta callejera frente al Tribunal de EE.UU. Pero la estrategia de impugnar de esa forma la investigación de un gran jurado contra el Gobernador, Aníbal Acevedo Vilá, y el PPD por presunta corrupción molestó a sectores del propio oficialismo y el senador Eudaldo Báez Galib afirmó que "ver al Partido Popular Democrático protestando ante los tribunales, no es una imagen que me satisfaga". El veterano legislador agregó que ante la necesidad de que el sistema de justicia cuente con la confianza pública "no veo razonable este tipo de actividad".

En el campo del Partido Nuevo Progresista se desarrollaba la polémica, a pesar de que el tema de convertir a Puerto Rico en estado de EE.UU ha sido históricamente un elemento importante de unidad. Miriam Ramírez de Ferrer criticaba con severidad el proyecto mientras al principal contendor por la candidatura a Comisionado Residente, Pedro Pierluisi, describió el proyecto como "un gran paso de avance" y anunció que regresará a Washington para "continuar la lucha" por su aprobación.

Por su parte, el presidente del Partido Independentista Puertorriqueño, Rubén Berríos, indicó que el proyecto ha marcado "un golpe duro" tanto para el régimen autonómico colonial denominado Estado Libre Asociado como para la anexión. Según Berríos, aunque su optimismo todavía es "cauteloso", la realidad es que la agenda de integración económica hemisférica y las "muchas compañías" que quieren un "mercado más abierto" abren un espacio para la descolonización que antes no existía.

Ese análisis era compartido parcialmente por Pierluisi, quien dijo que "es incuestionable que la plataforma económica del ELA está agotada" aunque desde su punto de vista el camino debería ser que Puerto Rico sea estado de EE.UU porque así se garantizaría "un crecimiento sustancial de nuestra economía" debido a los fondos federales.