jueves, 25 de octubre de 2007

Las pequeñas Bahamas soberanas


25-Octubre-2007 | Ángel Collado Schwarz
 
A lo largo de nuestra historia, se nos ha inculcado que la soberanía es equivalente a países pobres en el Caribe. Se ha evitado discutir formidables ejemplos en todo el mundo de países de escala similar a la de Puerto Rico, que han alcanzado su desarrollo económico y social tras dejar de ser colonias y convertirse en un país soberano. Nuestra propia zona caribeña nos provee un modelo, en este caso, un país mucho menos poblado que Puerto Rico.
 

Las Bahamas son un archipiélago de 700 islas ubicadas a cincuenta millas de la Florida y al norte de Cuba. Fueron descubiertas por Cristóbal Colón en su primer viaje en 1492 y formaron parte del Imperio español hasta que en 1647 comenzaron a establecerse colonos ingleses, quienes la llevaron a convertirse en una colonia inglesa en 1783.

En 1973 los habitantes de las Bahamas votaron por su independencia, lograron su soberanía y se incorporaron en la Mancomunidad Británica de Naciones (Commonwealth). Desde su independencia, las Bahamas han tenido un desarrollo impresionante, particularmente en la industria turística, la banca internacional y la gestión de inversiones.

Las Bahamas tienen una población de 305,655 habitantes (vs. Puerto Rico, con 3,944,259) y un ingreso per cápita de $21,600 (vs. Puerto Rico con $19,300). Su crecimiento real (GDP) es de un 4% (vs. Puerto Rico, con un 0.5%). La fuerza laboral de las Bahamas constituye el 58% de la población mientras que la de Puerto Rico constituye el 33%.

Ellos se posicionan como un "paraíso para inversiones". En sus anuncios citan diez razones para invertir en las Bahamas: 1) una democracia estable y pacífica; 2) proximidad a principales centros financieros en Norteamérica y América Latina; 3) profesionales diestros; 4) un clima ideal para recreación y descanso; 5) un ambiente seguro de inversiones; 6) exento de impuestos en ganancia de capital "capital gains", herencia, ingresos corporativos y personales, dividendos e intereses; 7) incentivos proactivos para inversiones; 8) servicios públicos esenciales e infraestructura moderna; 9) un sistema legal basado en derecho común inglés con independencia judicial; 10) una economía sólida guiada por una prudente política fiscal.

En el 2005 recibieron el premio de The Banker Magazine (publicada desde 1926) por mantener el mejor centro financiero internacional en el mundo occidental (Singapur recibió el premio por Asia): gozan de un ambiente fiscal favorable, estabilidad política, una estructura legal y un sistema reglamentario eficaz. Otro aspecto que resaltó la revista es que las Bahamas mantienen un estrecho diálogo entre el sector público y el privado.

Este último ha tenido un rol crucial en el cultivo de un ambiente diseñado para fomentar el continuo crecimiento de la economía del país.

Aunque son soberanos, los vuelos de líneas aéreas dirigidos a los Estados Unidos entran como vuelos domésticos, porque los procesos de inmigración y aduana estadounidenses se realizan en las Bahamas antes de que los pasajeros aborden el avión.

Puerto Rico está en una posición mucho más ventajosa que las Bahamas. En un mundo donde el principal recurso para el desarrollo es el recurso humano, Puerto Rico sobresale en el mundo en todos los campos. Al contrario de las Bahamas, la economía de Puerto Rico está más desarrollada en la alta manufactura y el sistema de educación superior no tiene paralelos en la región. Siendo ésta la situación, ¿por qué las tasas de crecimiento y el ingreso per cápita de Puerto Rico son inferiores a los de las Bahamas y nuestro futuro no luce tan próspero como el de estas islas?

Al ser un país soberano, las Bahamas pueden desarrollar un modelo económico y establecer los tratados comerciales que más les convenga. Mientras las Bahamas explotan oportunidades en un mundo de alta tecnología y globalizado, Puerto Rico, con un recurso humano extraordinario, tiene que conformarse con un estado colonial a expensas de un Congreso indiferente y con un modelo económico, calidad de vida y fibra social en franco deterioro. La patética situación de Puerto Rico fuerza a nuestra población educada a emigrar a otros países. Ante este escenario, no debe sorprendernos las razones que llevaron a las pequeñas Bahamas, en nuestra propia región caribeña, a superar las expectativas de Puerto Rico. El despunte de las Bahamas comenzó en 1973, cuando alcanzaron la soberanía.

Concluyeron que era su única opción, pues, al igual que para Puerto Rico, la anexión nunca estuvo en los horizontes de la Metrópoli.