lunes, 24 de marzo de 2008

El Padre Antonio..., Ruben Blades

Monseñor Oscar Romero
"Un hombre de la Iglesia y del Evangelio"

Los especialistas del Vaticano han determinado recientemente que la actuación de Romero estuvo apegada a la doctrina sólida y tradicional de la iglesia católica. Los escritos y las homilías fueron analizados durante diez años por la Congregación para la Doctrina de la Fe. Ahora, el proceso de beatificación será más expedito debido a la decisión de Roma.


Publicada 22 de marzo 2005 , El Diario de Hoy

Estudiosos de la vida del obispo, como Monseñor Jesús Delgado, sostienen que él fue un promotor del reino de Dios, por lo que insisten en ubicarle en un término medio, lejos de ideologías de izquierda y de derecha.

El Diario de Hoy
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Este 24 de marzo se cumplen 25 años de la muerte del Arzobispo de San Salvador, Óscar Arnulfo Romero.

Ahora que la feligresía se apresta a realizar actos conmemorativos por lo emblemático del aniversario en sí, la curia salvadoreña celebra además las últimas noticias que han llegado desde Roma sobre el proceso.

Recientemente, la Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe, que durante años ha tenido bajo una concienzuda observación todos los escritos producidos por Monseñor Romero hasta el día de su muerte, dictaminó que éstos están apegados a los principios de la Santa Iglesia y del evangelio.

"La Comisión ha concluido que Romero no era un obispo revolucionario, sino un hombre de la iglesia, del evangelio y de los pobres", manifestó el postulador de la causa nombrado por el Vaticano, el obispo Vincenzo Paglia, uno de los eclesiásticos más prestigiosos en la Santa Sede.

La noticia resulta gratificante para la iglesia local, que desde que inició la causa de beatificación está consciente de que se trata de un asunto de fe y doctrina sólida.

Los homilías del fallecido arzobispo, a quien algunos consideran un personaje emblemático de la historia contemporánea del país, fueron considerados incendiarios en su tiempo, sobre todo por los componentes de denuncia, que fueron rechazados por un sector y manipulados por otro.

"La Comisión ha concluido que Romero no era un hombre revolucinario, sino un hombre de la iglesia, del evangelio y de los pobres", manifestó recientemente monseñor Vicenzo Paglia, postulador de la causa de beatificación.

Él mismo lo explica en su mensaje del 3 de junio de 1979, para la misa de Pentecostés. "Es divertido, yo he recibido esta semana acusaciones de los dos extremos: de la extrema derecha porque soy comunista, y de la extrema izquierda porque ya me estoy haciendo de derecha", declaró antes de definir su posición. "Yo no estoy ni con la derecha ni con la izquierda. Estoy tratando de ser fiel a la palabra que el Señor me manda a predicar".

Los expertos de la Santa Sede parecen estar de acuerdo ahora. Pero esta certeza no existía hace algunos años, concretamente en 1995, cuando la postulación de beatificación fue introducida a la Congregación para la Causa de los Santos, la instancia que se encarga del proceso.

Según Monseñor Jesús Delgado, vicepostulador de los aspectos históricos de esta petición, y biógrafo de Monseñor Romero, el caso fue trasladado, en ese momento, a la Congregación de la Doctrina de la Fe, que es dirigida por el "papable" cardenal alemán Joseph Ratzinger, para comprobar que el pastorado del obispo estuviera apegado a la sólida doctrina de la iglesia, lejos de teorías nuevas no aceptables.

Los escrcitos fueron estudiados exhaustivamente durante diez años, lo que provocó que algunos promotores de la iniciativa temieran que la causa estuviera perdida. Pero eso no ocurrió.

Para el actual arzobispo de San Salvador, Fernando Sáenz Lacalle, la revisión de esos escritos no fue resultado de ninguna sospecha, sino que es el procedimiento normal que se sigue en estos casos.

Como sea, el dictamen de la Iglesia certifica la "idoneidad teológica" del pensamiento de Romero y da vía libre para que el proceso de beatificación siga su marcha.

Una memoria desideologizada


Sáenz Lacalle sostiene el tiempo ha sido el mejor remedio para que la memoria de su predecesor se sitúe en la dimensión correcta.

"Ahora se pueden analizar las cosas sin tanto apasionamiento que en aquellos momentos concretos", dice el sacerdote español, quien tuvo una relación muy cercana con Monseñor Romero a tal punto de ser su confesor y guía espiritual.

Según éste, los años que precedieron al conflicto armado fueron de gran conmoción, a tal grado que impidieron ver a Monseñor Romero como lo que fue: "un obispo al que le tocó estar al frente de la Iglesia en los momentos más difíciles de la historia de El Salvador".

Hoja de vida

• Oscar Arnulfo Romero nació en 1917 en Ciudad Barrios, en el departamento de San Miguel.
• Estudió en Roma, Italia, en donde fue ordenado sacerdote, de la orden Claretiana, cuando tenía 25 años. En 1943regresó al país.
• La primer parroquia de dirigió fue la de Anamorós, en La Unión. Después fue enviado a San Miguel.
• En 1974, fue nombrado obispo de la Diocesis de Santiago de María,en Usulután, en donde
estuvo durante tres años.
• Fue secretario de la Conferencia Espiscopal de El Salvador. En 1970, fue nombrado Obispo Auxiliar de San Salvador.
• Cuando tenía 59 años, el 23 de febrero de 1977, fue nombrado Arzobispo de San Salvador por el Papa.
• Fue asesinado por un francotirador el 24 de marzo de 1980, justo en los momentos que celebraba una misa en la capilla del hospital la Divina Providencia, en la colonia Miramonte de San Salvador. Recibió un impacto de bala en el corazón.
• Recibió dos doctorados Honoris Causa. Uno por parte de la Universidad de Gerogetown, en Estado Unidos, en 1978; y el otro en la universidad de Lovaina, Bélgica, en 1980.