lunes, 9 de junio de 2008

Exclusivo: Caso Ojeda


Nuevas declaraciones contradicen versión oficial

  • JESÚS DÁVILA/CORRESPONSAL EDLP |
  • 2008-06-09
  • | El Diario NY
 

    SAN JUAN, Puerto Rico/CORRESPONSAL EDLP — Un prominente abogado laboral y el propio jefe de la Policía nacional, Pedro Toledo, rindieron declaraciones que contradicen aspectos fundamentales de las versiones oficiales sobre la muerte del comandante de los Macheteros, Filiberto Ojeda, ocurrida en el 2005, pero sobre la que se van abriendo ángulos cada vez más explosivos.

    Los nuevos testimonios, obtenidos de forma exclusiva por EL DIARIO/LA PRENSA, cuestionan cuánto sabía la fiscalía federal y el propio FBI sobre la suerte que correría Ojeda aún antes del disparo fatal, así como la participación que en realidad tuvieron agentes de la Policía nacional en todo el suceso.

    El caso es uno de los asuntos más espinosos para el asediado gobernador Aníbal Acevedo Vilá, quien alega ser víctima de represalias por parte de la fiscalía de los Estados Unidos debido a su insistencia para que se investigue. Sigue siendo también un dolor de cabeza para el propio Buró Federal de Investigaciones —FBI por sus siglas en inglés—, cuyos agentes hirieron mortalmente a Ojeda durante un asalto a su casa en el municipio de Hormigueros.

    Según los informes oficiales de la investigación, Ojeda resultó herido de un disparo que le hizo un francotirador a las 6:08 p.m., bastante antes del oscurecer de aquel 23 de septiembre. Sin embargo, el abogado José Carreras declaró durante la entrevista que logró acceso a pie a través de los montes junto a otro abogado y un médico pasadas las 7:00 p.m. y que escuchó claramente la última ráfaga de disparos.

    Mientras tanto, el jefe de la Policía nacional, Pedro Toledo, confirmó que por lo menos dos de sus agentes participaron en el transporte de la esposa de Ojeda desde la casa en el sector Plan Bonito de Hormigueros hasta la prisión federal el día de los sucesos. Eso pone a miembros de la Policía de Puerto Rico justo en el lugar donde se presentaron los hechos y no solamente vigilando el perímetro externo, a más de un kilómetro de distancia, como generalmente se creía.

    El caso de Toledo es particularmente dramático, pues vino a enterarse de esa acción tomada por los agentes boricuas cuando EL DIARIO/LA PRENSA pidió confirmar o desmentir tal informe. Toledo llamó por teléfono al Agente Especial a Cargo del FBI en Puerto Rico, Luis Fraticelli, quien fue entonces el que le indicó que, en efecto, los policías puertorriqueños habían ayudado a trasladar a la esposa de Ojeda, capturada luego del primer tiroteo.

    Toledo explicó que por tratarse de policías que formaban parte de la fuerza conjunta con los federales, éstos no veían obligados a notificarle sobre los detalles de su participación.

    Por otro lado, la declaración del abogado Carreras es la primera corroboración de lo declarado por le comisionado de la Policía Municipal de Hormigueros. Carreras se encontraba en el perímetro externo y dijo que recordaba claramente que la ráfaga final de disparos ocurrió a las 7:15 de la noche. Esa contradicción de horas es clave en el caso, pues el Gobernador, Aníbal Acevedo Vilá, y el Secretario de Justicia, Roberto José Sánchez Ramos, han testificado que la fiscalía federal informó que Ojeda estaba herido antes de las 7:00 p.m.

    Las pesquisas de la Oficina del Inspector General del FBI y del Departamento de Justicia de Puerto Rico concluyeron sin encontrar delito alguno por parte de los agentes, pero una investigación sobre el tema está siendo conducida por la Comisión de Derechos Civiles (CDC) del propio gobierno puertorriqueño. A eso ahora se suma que el caso sea incluido en la agenda de un relator de la Comisión de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas.

    Luego de un proceso que tomó varios meses, el Secretario Sánchez Ramos finalmente accedió esta semana a declarar en vista pública de la CDC y a permitir la inspección de toda la evidencia recopilada sobre el caso. Todavía no se ha fijado fecha para su comparecencia.