lunes, 28 de julio de 2008

Molestia del PIP con mensaje del Gobernador


 

28 de julio de 2008
Manuel Ernesto Rivera (AP)


SAN JUAN - Para la senadora independentista, María de Lourdes Santiago, es "asqueante" que el gobernador Aníbal Acevedo Vilá haya usado los asesinatos del Cerro Maravilla durante su mensaje del 25 de julio cuando, según alegó, su administración participó en la ejecución del líder machetero Filiberto Ojeda Ríos durante un operativo del FBI.

"Es asqueante y moralmente reprochable que haya utilizado los trágicos asesinatos de los jóvenes independentistas en el Cerro Maravilla cuando tiene las manos manchadas de sangre porque su administración colaboró abiertamente en el operativo en el que los agentes del FBI asesinaron a Filiberto Ojeda Ríos", dijo la legisladora en conferencia de prensa.

El Gobernador ha dicho que su gobierno no participó del operativo del 23 de septiembre de 2005, aunque sí ha reconocido que la Policía estableció un perímetro en el sector Plan Bonito de Hormigueros a petición de los agentes del Negociado Federal de Investigaciones.

Además, la Autoridad de Energía Eléctrica cortó, a petición del FBI, el servicio de luz del sector mientras los federales aún mantenían control de la escena y Ojeda Ríos ya había resultado mortalmente herido.

Un informe del Departamento de Justicia también determinó que las autoridades locales no participaron directamente del polémico operativo.

En el aniversario número 56 de la Constitución del Estado Libre Asociado (ELA) de Puerto Rico, Acevedo Vilá, recordó los asesinatos de dos jóvenes independentistas en el Cerro Maravilla hace 30 años.

El mandatario, que enfrenta 19 acusaciones en el tribunal federal relacionadas con el manejo de sus finanzas políticas, pidió al pueblo puertorriqueño que no olvide lo que catalogó como "uno de los momentos más trágicos de la intolerancia política en Puerto Rico", en referencia a los dos asesinatos.

Los jóvenes independentistas Arnaldo Darío Rosado y Carlos Soto Arriví murieron a manos de agentes de la Policía el 25 de julio de 1978. Tres ex agentes cumplen condenas carcelarias relacionadas a esos hechos.

Aunque siempre se habló de la participación de funcionarios federales en el operativo en Villalba en 1978, el Senado nunca logró sentar a testificar a ningún funcionario estadounidense durante la pesquisa para aclarar ese ángulo.

Mientras, Ojeda Ríos murió desangrado en su residencia en septiembre de 2005 luego que un agente le hiciera un disparo mortal.

Tras herirlo, los agentes federales esperaron hasta el otro día para entrar la residencia donde yacía el cuerpo.

El líder machetero, considerado por el FBI como un terrorista, estuvo 15 años en la clandestinidad antes de que las autoridades estadounidenses lo encontraran y ejecutaran.